El cambio a un sistema alimentario más sostenible es inevitable

Los principales científicos de Europa están de acuerdo en que se está produciendo un cambio radical en la forma en que producimos y distribuimos alimentos, para garantizar la seguridad alimentaria y ofrecer dietas saludables para todos

Ahora, un nuevo informe de SAPEA, en coautoría de la profesora Anna Davies de la Trinity’s School of Natural Sciences, presenta la evidencia de las ciencias sociales sobre cómo esa transición puede suceder de manera inclusiva, justa y oportuna.

El profesor Davies dijo:

“La crisis actual ha revelado muchas fragilidades en la forma en que vivimos hoy y no menos importante con respecto a nuestro sistema alimentario. La inseguridad alimentaria y la sostenibilidad se encuentran entre los desafíos globales más importantes que enfrenta la humanidad en el siglo XXI. Fue un honor ser parte de el proceso de revisión de SAPEA, donde utilizamos conocimientos de ciencias sociales para mapear y analizar la dinámica del sistema alimentario en relación con los objetivos de sostenibilidad; para considerar cómo se define y describe mejor un sistema alimentario socialmente justo y sostenible para la UE”.

El Informe de Revisión de Evidencia ‘Un sistema alimentario sostenible para la Unión Europea’ es una base para la opinión científica de los principales asesores científicos de la Comisión Europea. Fue solicitado por el Colegio de Comisionados y escrito por un grupo multidisciplinario de científicos líderes, nominados por academias de toda Europa.

Basado en la mejor evidencia disponible, el informe concluye que los pasos clave hacia el nuevo modelo no son solo reducir el desperdicio de alimentos y cambiar nuestros patrones de consumo, sino también recontextualizar cómo pensamos sobre los alimentos en primer lugar.

El profesor Peter Jackson, presidente del grupo de trabajo que escribió el informe, dijo:

“La alimentación es un sistema increíblemente complejo, con componentes sociales, económicos y ecológicos. Sin embargo, contribuye significativamente a las emisiones de gases de efecto invernadero y desempeña un papel clave en la conducción del cambio climático. El sistema alimentario es responsable de aproximadamente un tercio de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero”. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura estima que el costo financiero anual de los alimentos desperdiciados es de 900 000 millones de euros en costos económicos y 800 000 millones adicionales en costos sociales. Es por eso que ‘los negocios habituales’ ya no son una opción “.

“Nuestro informe no se detiene en destacar los problemas, que ahora son ampliamente reconocidos. También proporciona una variedad de ejemplos basados ​​en evidencia sobre cómo puede ocurrir la transición a un sistema alimentario sostenible”.

Entre las otras conclusiones principales del informe se encuentran:

  • La transición a un sistema alimentario más justo y sostenible debe coordinarse en múltiples niveles de gobernanza e involucrar a una variedad de actores en entornos terrestres y marinos
  • Para cambiar la forma en que nuestra sociedad consume alimentos, primero debemos cambiar las rutinas, los hábitos y las normas de las personas. El cambio de comportamiento se realiza mejor con acciones conjuntas, dirigidas a grupos en lugar de individuos
  • Los impuestos y la legislación son formas clave de impulsar el cambio, mientras que las políticas europeas en agricultura y pesca ofrecen grandes oportunidades para desarrollar solidez y sostenibilidad en la producción de alimentos.

El informe informa la Opinión Científica del Grupo de Asesores de la Comisión Europea, también publicado hoy y que a su vez informa la nueva ‘Estrategia de la granja a la mesa para un sistema alimentario sostenible ‘.

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