La llegada de las estaciones más frías y lluviosas como el otoño y el invierno tienen una especial incidencia en Galicia debido a las características de su clima húmedo y su ubicación geográfica. Te explicamos cual es el tipo de calefactores más recomendables para los hogares gallegos
Con las estaciones más inclementes del año ya presentes, como son otoño e invierno, llegan los días de frío, viento, lluvia y nieve a nuestro país y más especialmente en Galicia por motivo de su situación geográfica, situada en la fachada atlántica y expuesta a los temporales habituales en estas épocas del año. Temporales que además de viento traen notables bajadas de las temperaturas y fuertes precipitaciones en forma de lluvia, o nieve en las zonas del interior.
A todas estas inclemencias meteorológicas hay que sumar una particularidad del clima galaico como es la humedad, presente durante prácticamente todo el año pero que se ve acrecentada en las estaciones de otoño e invierno. Estos altos porcentajes de humedad, que en días de lluvia superan el 90%, producen que la sensación térmica de frío sea bastante superior a la que nos indican los termómetros, y por consiguiente en las viviendas y casas de toda Galicia es norma general la utilización de sistemas de calefacción, como los famosos calefactores y radiadores.
¿Qué tipo de calefactor es mejor para el clima de Galicia?
Con una temperatura otoñal media de 11 grados centígrados y una invernal de poco más de 8°, que con la humedad ambiental desciende entre 2 y 3 grados, en los hogares de Galicia predominan dos tipos de calefactores para calentar estancias como salón, habitaciones, cocina o baños. El calefactor eléctrico y el radiador de aceite.
El calefactor eléctrico admite distintos formatos, diseños y potencias que varían según las necesidades. Si bien es cierto que los calefactores eléctricos gastan más si los comparamos con otros sistemas, la tecnología avanza y hoy en día es posible encontrar calefactores eléctricos de bajo consumo. Su funcionamiento es igual que los normales, mediante unas resistencias o cerámicas que se calientan y emiten calor que podemos regular a la potencia o temperatura conveniente. Las potencias suelen ir desde 600W los más pequeños y muy útiles sobre todo en cuartos de baño, hasta 2000W los indicados para lugares más amplios como salón, comedor o habitaciones.
La última tendencia en este tipo de calefactores son los emisores térmicos o convectores de bajo consumo, con control remoto y múltiples opciones de climatización que se instalan fijados a la pared de una estancia o pasillo como si de un radiador o acumulador se tratase.
Si la preocupación es el gasto y queremos una opción más económica puedes emplear radiadores de aceite para calentar el hogar, sin que esto incremente en demasía la factura de la luz. Y es que el radiador de aceite es todo un clásico desde hace décadas convirtiéndose en la alternativa ideal para calentar la casa. Con la radiación de energía térmica como sistema de funcionamiento los radiadores de aceite abarcan varios tipos, que varían según el número de paneles que tenga y que van de los 6 a los 11 con distintas potencias, desde 1100W hasta 2500W. También podemos controlar la intensidad del calor que genera con el regulador.
Debido a su tamaño los radiadores de aceite pueden dar la sensación de que producen un mayor gasto eléctrico, pero no es así ya que tienen una ventaja única. Una vez apagado el interruptor del radiador, este sigue emitiendo calor hasta media hora después generando de este modo un importante ahorro.
A la hora de decidirse entre el calefactor eléctrico y el radiador de aceite como sistema para calentar el hogar, en un clima frío y húmedo como el de Galicia en las estaciones de otoño e invierno, hay que valorar varios términos como las franjas horarias y el tiempo de uso, la estancia en la que habitualmente lo utilicemos o simplemente por una cuestión económica.