El hentai es un género de ficción japonesa de contenido pornográfico, ya sea representado en formato de historieta (manga) o de animación (anime). La palabra significa en japonés perversión o pervertido, haciendo una alusión directa al contenido de las obras de este género.
En el porno de anime se incluye una gran variedad de subgéneros, ya que la palabra se refiere exclusivamente al contenido pornográfico y no a la temática de la obra o sus características específicas. En muchos casos, también entra el hentai en los géneros de la animación japonesa en general como Mecha, Mahou Shoujo, Harem y Spokon.
¿Cómo categorizamos el hentai?
Las categorías y los géneros del hentai son muy parecidos a los de la pornografía, con la diferencia en sus nombres. Por lo tanto, podríamos afirmar que el el porno de anime tiene sus propias categorías, a pesar de que a veces coincida con las de la pornografía común. La informacion del genero hentai es muy amplia en este aspecto.
Siendo que este género de ficción está destinado a la estimulación sexual a través de la vista, los consumidores lo buscan por categorías populares de acuerdo a sus preferencias. Algunas de ellas son exclusivas del hentai, mientras que otras pueden referirse al manga y anime en general.
Las categorías del porno anime
Además de representar relaciones heterosexuales, el hentai tiene nombres específicos cuando ocurren los encuentros entre personas del mismo sexo: Yaoi cuando los que tienen relaciones entre sí son hombres y yuri cuando son mujeres. El género bishonen se refiere a cuando los hombres tienen características andróginas, aunque es una subcategoría del yaoi.
La temática del porno de este tipo es muy variada porque también puede ser una de las tramas del anime o de casi cualquier otro tipo de medio de narración en general. Sin embargo, vamos a mencionar solamente los subgéneros relacionados directamente con el contenido sexual. Entre los más comunes están:
- Ashikoko. Masturbación con los pies.
- BDSM. Relaciones consentidas de bondage, dominación y sadomasoquismo.
- Netorare. Infidelidad.
- Vainilla. Romance antes del encuentro sexual.
También podemos encontrar subgéneros del porno de anime según sean las características de los personajes. En este caso, la variedad es mucho más amplia que la de la pornografía al no haber restricciones a nivel imaginativo. Los más generales son:
- Bakunyû. Mujeres de senos anormalmente grandes.
- Bestialidad. Personajes con rasgos animales o la intervención de animales en las relaciones sexuales.
- Futanari. Personajes hermafroditas o transexuales.
- Lolicon. Niñas preadolescentes.
- Shotacon. Niños preadolescentes.
- Todlercon. Niña y niños menores de 6 años.
Pornografía dibujada sin restricciones
Uno de los mayores atractivos del hentai es que pueden representar cualquier situación que imagine el creador. No una limitación por las leyes naturales (y muchas veces tampoco jurídicas) que estorben en el proceso creativo. Significa que pueden aparecer personajes de cualquier índole en una historia de cualquier tipo.
Esto da pie a la representación de personajes diversos, incluyendo unos completamente fantásticos. Desde una exageración de los órganos sexuales con tamaños imposibles hasta la dotación de partes de animales en los humanos o la creación de seres como demonios.
Las situaciones también se tuercen con facilidad, lo que conlleva a una intensidad imposible de ver en el mundo real. Incluso en las situaciones más realistas, la representación sigue siendo ficticia. Un ejemplo de ello es la penetración vista desde los órganos internos, lo cual no es viable en la pornografía.
Polémica en el hentai
Una parte significativa de este género representa situaciones de violencia física y psicológica, llegando incluso a la violación de adultos y niños y la tortura. Existe una posición crítica que afirma que este tipo de pornografía dibujada incentiva a comportamientos violentos en sus consumidores.
Sin embargo, los defensores del hentai sostienen que ninguna persona real está involucrada en estos actos, a diferencia de la pornografía con actores. Se hace una distinción clara entre la fantasía de ver a dibujos animados en estas situaciones y ver a personas reales ejerciendo la violencia sobre otras.
A pesar de las posturas tan dispares, por ahora la polémica no ha sido resuelta. No existen estudios concluyentes sobre el efecto de la violencia en la pornografía sobre el consumidor, aparte de que el caso de la pornografía animada no se ha estudiado a fondo. Por ahora, solo se dice que el impacto negativo de estas obras violentas sobre la sexualidad del receptor va a depender de la persona.
Legalidad imprecisa
Forma parte de la polémica al haber personajes menores de edad y niños involucrados en situaciones sexuales. En Estados Unidos, se ha castigado el consumo de este género por la tendencia a mostrar imágenes demasiado obscenas, aunque han sido unos pocos casos. También están los que defienden la libertad de expresión porque ningún menor de edad está siendo involucrado en la producción de las obras.
Es un vacío legal que todavía no se ha terminado de definir en la inmensa mayoría de países, tanto la producción de los hentai como su consumo. Es una realidad compleja porque el autor de la obra no incumple de primeras con ninguna ley, aunque quizás (no se ha determinado) el producto afecte al consumidor de formas negativas.