Copa del Rey 2001/02: el último título

por 21noticias.com

Vuelve la Copa del Rey y con ella la nostalgia. La excusa perfecta para recordar a aquel Real Club Deportivo de La Coruña que, hace 20 temporadas, alzaba el título en el Santiago Bernabéu. Era el segundo y, hasta la fecha, último título de Copa del Rey para el club.

Esta temporada 2021/22 poco se parece a aquella de hace 20 años. La edición número 118 de la Copa del Rey retoma el formato que estrenó en 2019/20, que pretende dar más oportunidades a los clubes más modestos. Un formato con eliminatorias a partido único -excepto las semifinales- que ya ha dejado muchas sorpresas como, por ejemplo, las eliminaciones la temporada pasada del Celta a manos del Ibiza-Eivissa por 5-2 y del Atlético de Madrid en ante el Cornellà en segunda ronda, o la del Real Madrid en dieciseisavos frente al C.D. Alcoyano.

Con este panorama, pese a que el vigente campeón es el “rey de Copas”, el FC Barcelona, la Copa del Rey se presenta llena de incógnitas. Ni el Barça, ni el Real Madrid, ni el Atleti o el Athletic y la Real Sociedad, que se disputaron el título de 2020, son claros favoritos para ganar el torneo. Ni siquiera los pronósticos de los profesionales arrojan demasiada luz, y para alguna casa de apuestas la opción más probable es que no gane ninguno de los “grandes”.

En la competición actual hay 116 aspirantes al título de la Copa del Rey, 36 equipos más de los que había hace 20 temporadas. Los equipos de la Primera División participan desde la primera ronda, a excepción de los cuatro que jugaron la Supercopa de España (Athletic -que fue el ganador-, FC Barcelona, Real sociedad y Real Madrid), que se incorporan en la tercera, en los dieciseisavos de final.

Ninguno de los equipos gallegos pudo aprovechar esta ventaja del partido único el año pasado, y todos cayeron en la segunda ronda. Pero las cosas eran muy diferentes hace 20 años.

El Dépor de la temporada 2001-2002

Hace 20 años, el Deportivo de La Coruña apenas hacía dos que se había convertido en el campeón de La Liga. Aquel mítico título de 1999/00 fue de justicia divina después del doloroso subcampeonato del Súper Dépor en el 95; aquel del “penalti de Djukic”, cuyo dolor se mitigó ligeramente con el título de la Copa del Rey ganado al Valencia CF en aquella recordada final del aguacero que se tuvo que disputar en dos actos.

El Deportivo ganaba la Liga en el 2000 y se volvía a llevar el título de la Supercopa de España ese mismo año (lo del Dépor y la Supercopa da para un capítulo aparte). El conjunto coruñés maravillaba en Europa, ganándose el apelativo de Euro Dépor, y Javier Irureta era el héroe de los Herculinos.

La temporada 2001/02 vio partir al carismático Jacques Songo’o, y también a Petr Kouba. Tomaban el relevo bajo los palos Nuno Espírito Santo y aquel José Francisco Molina que cambiaría la letra del “Follow the Leader”: non ho, non ho, nin Kouba nin Songo’o… ‘ale’ Molina, -ina, -ina… ‘ale’, Molina, ¡sígueme! Llegaron Valerón y Amavisca, aunque el fichaje más caro fue el Sergio González, que se pasaría casi 10 temporadas en Riazor. Se unían a nombres ya míticos del deportivismo como Donato, Fran, Diego Tristán, Wálter Pandiani, Scaloni, Manuel Pablo, Víctor Sánchez o Roy Makaay, entre otros.

La Copa del “Centenariazo”

En septiembre de 2001 arrancaba la Copa del Rey con la ronda previa de clasificación que disputaban equipos de Segunda B y Tercera División. El 9 de octubre, se abría la primera ronda con el partido del Celta de Vigo, que ganó 2-3 al SD Lemona vizcaíno. Esta ronda, igual que la siguiente, se disputaba a partido único; ya en la fase final, que empezaba con lo que hoy equivaldría a los octavos de final, las eliminatorias eran a doble partido.

El Deportivo empezó solvente con un 1-4 ante el Club Marino de la localidad asturiana de Luanco; algo más ajustado estuvo el encuentro de segunda ronda ante la Cultural Leonesa, que los de Irureta se llevaron por 1-2. En los octavos de final, llega uno de los muchos momentos memorables que dejaría esta Copa del Rey.

Después de que los catalanes se hubiesen impuesto por 0-3 al Logroñés, L’Hospitalet se tenía que enfrentar al Dépor en casa. Sin embargo, los blanquiazules se negaron a jugar en el campo de L’Hospi, ya que era de césped artificial. Se convino que la ida de los octavos se jugase en El Miniestadi del FC Barcelona, pero los locales no estaban contentos con esa decisión y amenazaron con no presentarse al encuentro. Una amenaza que llevaron a cabo, otorgando la victoria del partido no disputado, y de toda la eliminatoria, al Deportivo.

En los cuartos de final, un gol fuera de casa en la vuelta ante el Real Valladolid permitió el pase de los gallegos a las semifinales, donde se enfrentaban con la gran sorpresa del torneo: el Figueres. Los gerundenses no solo se habían desecho del todopoderoso Barça en primera ronda, sino que se habían plantado en semis y a punto estuvieron de dar un disgusto a la afición local en Riazor. Lucharon hasta el final, pero el gol de Piti en el minuto 92 que empataba el partido en Coruña llegaba demasiado tarde, y no era suficiente para alargar una eliminatoria que empezó con un 0-1 para el Dépor en Figueres.

Llegamos al 6 de marzo de 2002, día de una final que parecía estar hecha a medida para el Real Madrid. La Copa del Rey no es la competición que mejor se les da a los blancos, pero ese año habían llegado a la final en El Centenario del club y el partido se jugaba en el Santiago Bernabéu. Los blancos no escatimaron y pusieron toda la carne en el asador: Zinedine Zidane, Luis Figo, Roberto Carlos, Fernando Hierro, Raúl… Sin embargo, apenas hicieron falta 6 minutos y un gol de Sergio para dejar helada a la afición madridista. El contador blanquiazul aumentaría en el minuto 38 con un tanto de Tristán que complicaba las cosas para los locales. Marcó Raúl en el 58, pero ni siquiera El Eterno pudo evitar que el Real Madrid de Vicente Del Bosque se quedase sin Copa en el año de su Centenario.

Después de aquel título de la Copa del Rey, vendría el subcampeonato de Liga y la Supercopa también esa temporada. Poco más. En 20 años, apenas el título de la Segunda División en 2012 que permitió el regreso del Dépor a Primera. Pero la alegría duró bien poco.

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