Crisis en el Celta de Vigo

Al evaluar la situación deportiva del Celta, la suerte, la mala administración de la plantilla por parte de Coudet y la vulnerabilidad en ambas áreas parecen ser algunas de las justificaciones que se citan con frecuencia para los problemas que está teniendo este equipo de origen gallego.
Y es que las últimas temporadas el equipo del norte de España era un habitual favorito en los pronósticos de La Liga para el fin de semana, pero este año no ha encontrado la buena senda. Y ahora Luis Campos, su mediático asesor deportivo externo, está también en el punto de mira.
El portugués empezó a trabajar para el Celta en la primavera del año pasado, pero el desarrollo actual del equipo está demostrando con el paso del tiempo que, a todas luces, le faltaba todavía mucho por hacer y que la elección de jugadores para este año que hizo no era precisamente la más interesante de cara a los resultados del Celta.
Unos días antes, Iago Aspas identificó el problema al afirmar que el Celta tenía una plantilla más débil que la del año anterior. La mayoría de la gente está de acuerdo con esa evaluación, y Coudet fue el primero en apoyar esa opinión. Así, nos encontramos ante un equipo que parece que tiene el viento en contra de cara a sus siguientes encuentros.
Sus fichajes no han tenido éxito
De acuerdo con el club, Luis Campos eligió una serie de incorporaciones a la plantilla que no han mejorado lo que había antes. Hizo numerosas apuestas personales al mismo tiempo con resultados erráticos, y no parece que haya conseguido afianzar la posición del equipo.
Por ejemplo, a su llegada al Celta Campos fichó a Swedberg, que aún no ha debutado, a Luca de la Torre, que sólo ha jugado 50 minutos, y a Larsen, un delantero que no ha registrado ningún gol en 637 minutos de acción.
Al mismo tiempo, fuentes oficiales aseguran que el propio Campos no es quien supervisa las operaciones diarias del club; en su lugar, contrató a Juan Carlos Calero como coordinador deportivo en Vigo. El portugués se desplaza ocasionalmente a la ciudad para celebrar reuniones o asistir a partidos en directo, pero no estaría en contacto directo con los jugadores en su día a día.
Por si esto fuera poco, su mala relación con Eduardo Coudet ha acabado con el argentino fuera de Vigo y ha iniciado una revolución dentro del grupo, quizás en el momento menos oportuno. De ahí que el club celeste haya contactado con Carlos Carvalhal, nuevo inquilino del banquillo de Balaídos.
Aun así, es de esperar que con el paso de los meses la situación del equipo se afiance y podamos ver a un Celta de Vigo renovado y con nuevas ganas de sacar adelante sus partidos.