Las averías más comunes que podemos encontrar en nuestra bici

por 21noticias.com

A todos nos ha pasado alguna vez que salimos a la carretera a dar un paseo con la bicicleta y ocurre algo para lo que no estamos preparados. Por eso, hemos resumido algunos de los problemas más comunes de las bicicletas y las soluciones para cada uno de ellos. Tanto si se trata de un pinchazo como de un pedal en mal estado, esperamos que algunos de estos consejos te ayuden.

Reparar un pinchazo

Todos los ciclistas se enfrentan a los pinchazos en algún momento, por lo que siempre deben tener a mano una bomba de aire y una tienda de bicicletas y recambios de confianza. Los pinchazos son fáciles de arreglar si el neumático tiene poco aire. Lo primero que debemos hacer es abrir los frenos y desmontar la rueda. A continuación, desmontaremos un lado de la rueda de la llanta con la palanca de cubiertas.

Una vez hecho esto, podremos sacar la cámara de aire e inspeccionarla en busca de pinchazos. En este punto, suele ser útil pasar los dedos por el interior del neumático para asegurarnos de que el pincho, el cristal o cualquier otra cosa que provocara el pinchazo no sigue clavada dentro. Después de una buena inspección, volvemos a colocar la cámara, añadimos un poco de aire, colocaremos el neumático y procedemos con el inflado completo con la bomba. Conviene practicar, ya que es uno de los problemas más comunes de las bicicletas.

Pinchazo recurrente

Si la rueda se pincha continuamente, es que hay algo más que mala suerte.  Al sacar la cámara para cambiarla, anotaremos dónde está el agujero. Si la cámara se pincha repetidamente en la zona superior, lo más probable es que el culpable sea un objeto atascado en el neumático. Si el agujero se produce repetidamente en la parte inferior de la cámara, es posible que el fondo de llanta esté mal colocado y los radios sean los culpables.

Salto de marchas

Este es uno de los problemas más comunes en las bicicletas nuevas con poco uso. Los cables se estiran ligeramente, por lo que es posible que la cadena empiece a saltar o que tarde más de lo debido en cambiar de marcha. A menudo, basta con apretar el cable enroscando el ajustador del tambor unas cuantas vueltas en sentido contrario a las agujas del reloj.

Tornillos sueltos

Las principales zonas afectadas por este problema son el manillar, la tija del sillín y la potencia. El aumento de la fricción puede hacer que los tornillos de estas zonas se aflojen un poco, aunque apretar demasiado los tornillos podría dañar la rosca de la bicicleta y eso probablemente requeriría un trabajo de reparación mucho más costoso, así que hay que asegurarse de ajustarlo de la forma correcta..

Para resolver este problema, debemos conseguir una llave dinamométrica. Es bastante precisa y no hará andar adivinando cuánto apretar los tornillos. No hay que repetir el procedimiento recurrentemente, sólo cuando oigamos un ruido de pernos sueltos.

Cadena que salta

A menudo, una cadena de bicicleta que salta se debe a un estiramiento de los cables. Cuando se utiliza una bicicleta nueva, los cables se estiran más durante las primeras salidas. También pueden estirarse con el tiempo.  Se necesita tensión en los cables para abrir un desviador, que cambia la cadena entre marchas. Tensar los cables evita que se estiren.

Frenos chirriantes

El chirrido que se produce al frenar suele significar que hay residuos atrapados en las pastillas de freno. Limpiaremos las pastillas de freno y la llanta con una solución simple de acetona. Si esto no soluciona la situación, es posible que los residuos estén incrustados en la pastilla. Podemos intentar eliminarlos lijando las pastillas con papel de lija de grano 220, pero si el chirrido continúa, puede que tengamos que llevar la bicicleta al taller para que comprueben que las pastillas están definitivamente encajadas.

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