Los retrasos, errores y falta de información cuestionan ya el futuro del plan de regadío de A Limia

Incertidumbre, graves dudas y creciente escepticismo. Esas sensaciones se extienden cada día entre los más de medio millar de agricultores de A Limia tras las constantes visicitudes sobre los requisitos previos para apuntarse al plan de regadío de la comarca. La futura y cada vez más cuestionada obra tendría un coste de más de 16 millones de euros, del que los regantes deben abonar un 20% más el IVA, cifrado en 3,5 millones de euros. El 80% restante lo sufragaría la compañía pública Seiasa aprovechando los fondos europeos por la crisis económica destinados a España. La Xunta, por su parte, financia con 4 millones de euros la construcción de pozos para el riego.

El problema esencial es que tras más de un año de trámites, el agricultor desconoce aún el coste real que tendrá que abonar por cada hectárea de terreno incluida en el plan. Se hablaba inicialmente de en torno a 2.600 euros, pero ni las administraciones ni lo responsables de las comunidades de regantes incluidas lo han definido todavía.

Tampoco se sabe nada de un anunciado crédito bancario a 28 años en buenas condiciones financieras para los propietarios, muchos de ellos septuagenarios u octogenarios. La mayoría de estos ancianos no tiene el dinero para abonar a tocateja los 8.000, 10.000 o 15.000 euros que les costará el proyecto.

Cartas erróneas de la administración

El envío de cartas oficiales de Gobierno y Xunta a los labradores afectados iniciado en diciembre para instarles a que confirmen datos sobre sus parcelas, permisos de ocupación e incluso que aporten un número de cuenta bancaria para el cobro, ha terminado por extender la desconfianza y el descontento.

“Pídennos a nosa conta do banco antes de coñecer o que temos que pagar”, afirman varios afectados.

Muchos de esos documentos han sido remitidos a antiguos titulares de parcelas ya fallecidos. En otros casos, los datos oficiales sobre las fincas incluidas dentro del plan tienen graves errores (a algún afectado se le han llegado a incluir 9 fincas dentro del plan cuando solo tiene 4).

Sin fecha

Esa renuencia de muchos labradores a firmar el papel propuesto ya se está concretando en retrasos. Inicialmente esos datos deberían ser confirmados a la administración antes del 9 de enero de 2023 en una oficina habilitada en Xinzo de Limia. Posteriormente se demoró esa fecha hasta el 31 de este mes. Ahora ya se ha extendido hasta el 28 de febrero, no siendo descartables más alteraciones.

Nada se conoce tampoco de las condiciones exactas de la obra, que deberá estar concluida antes de 2027. El proyecto se basa en la creación de balsas y pozos de extracción complementadas con la colocación de tuberías para poder repartir el agua a más de 4.000 hectáreas de superficie cultivada. Tampoco está aclarado cuánto costará a los labradores el mantenimiento y reparaciones de ese sistema a largo plazo ni la cuantía del recibo energético para que pueda funcionar el regadío.
Una próxima asamblea de los labradores de las diferentes comunidades de regantes, ahora integrados en una sola, llamada NOVA LIMIA, y cuya fecha tampoco se ha concretado, definirá si los agricultores aceptan o rechazan las condiciones de un plan cada vez más polémico.

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