Cinco cosas que no hay que olvidar antes de un viaje

por 21noticias.com

Nuestras vacaciones no solamente se componen del tiempo que las disfrutamos, sino de las semanas o meses previos que pasamos preparándolas para que nada manche nuestro momento

Si hay un momento del año que condiciona absolutamente nuestros planes y hacia el cual nos movemos en forma de cuenta atrás esas son las vacaciones. Dentro de ese nuestro periodo personal, en el que hacemos un ineludible descanso y paréntesis respecto a la rutina de todo un año. Ahorramos durante once meses para concentrar nuestro disfrute en quince días. Y consumimos ese tiempo a un ritmo y con una mezcla entre voracidad y necesidad que hace indispensable que ningún problema de intendencia arruine la experiencia.

Las vacaciones son tan necesarias en su disfrute como importantes en su logística. Porque nos las merecemos. Para que ningún pequeño detalle se escape de ese proceso de planificación y nada lo arruine es fundamental entender qué cinco detalles pueden marcar la diferencia entre algo inolvidable para bien… y para mal.

La correcta selección del destino

Puede decirse que con la universalización e internacionalización de todas las ofertas de viajes se ha hecho accesible a buena parte de los destinos la gran mayoría de destinos turísticos. Pero también podría considerarse que dos personas bajo las mismas circunstancias laborales pueden necesitar viajes absolutamente contrapuestos. No todo el mundo necesita estar tirado en una playa ocho días, y no todos necesitamos una inyección de cultura y deshacer las piernas para sufrir en nuestro regreso a la rutina. El equilibrio y un correcto asesoramiento en ese sentido pueden ser la diferencia entre un ok y un momento de nuestras vidas. Nuestro álbum de fotos personalizado dará buena cuenta de cuánto hemos disfrutado.

La antelación necesaria

Sí, es cierto que una oferta last minute puede dejarnos una sensación de ganga que nos haga pensar que hemos conseguido lo que nadie. Sin embargo, quien madruga suele tener la ayuda y la complicidad de unos precios que crecen conforme a la demanda. Y somos muchos millones de personas que acabamos por tener inquietudes y necesidades muy semejantes, por muy dispares que seamos. Por ende, al menos los vuelos y dónde y cómo vamos a dormir deben quedar bien atados con el tiempo suficiente.

Trámites burocráticos

Estamos en un mundo global, pero más allá de nuestro espacio Schengen puede haber dragones y mazmorras. Todo el proceso que va desde las vacunas a la necesidad de tramitación de visados está seguramente en la red, pero obviar los pequeños grandes requerimientos de cada país puede acabar por dejarnos en tierra antes incluso de empezar nuestras vacaciones.

Equipaje necesario

Las maletas pueden suponer un estorbo importante y también un derroche innecesario de dinero. No solamente se trata de mirar lo que no puede ir en un avión, sino optimizar ‘modelitos’. Dependiendo del destino incluso puede ser más interesante y un desafío comprar algo en el punto de llegada. Seguramente los lugareños sean más inteligentes que nosotros para haber apuntado a la ropa idónea.

Usos y costumbres

Ya lo decían nuestros abuelos: donde fueres haz lo que vieres. Mimetizarse con nuestro lugar de destino también nos evitará innecesarios quebraderos de cabeza y seguro que convierte en plena esa experiencia del año.

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