El mundo en funcionamiento es un gran generador de información provechosa para nuestros objetivos empresariales, y de su correcto procesamiento e interpretación depende en buena medida el éxito de la estrategia
Que el mundo tal y como lo conocimos y percibimos con el cambio de siglo es irreconocible no habla sino de la maravillosa capacidad de evolución y progreso del ser humano. Hace tiempo que absolutamente todas las realidades de nuestra vida, desde confort al trabajo, pasando por la búsqueda de perfiles de satisfacción ajustados lo máximo posible a nuestras exigencias, encajan en lo que es una sociedad 2.0 en el sentido más estricto de la palabra. Ello es, todo es medible, cuantificable y personalizable, lo que deriva en una experiencia y estrategia mucho más precisa, tanto para el target como para la empresa encargada de suministrar servicios.
La no tan nueva realidad es medible, analizable e interpretable en datos. El flujo de los mismos se ha convertido en el eje vertebrador para empresas e instituciones, ya que es fundamental en la conversión digital y de los mismos depende buena parte de la viabilidad del sistema. Es ahí donde entran en juego dos conceptos fundamentales, relacionados, pero diferenciados: el Data science y el Big Data. Para el manejo de los mismos, y una optimización de cara al mercado laboral, existen iniciativas como el programa experto en People Analytics, referencia en el estudio del dato la mejora de las metodologías de trabajo con el mismo.
Se trata de un curso intensivo online, en este caso dirigido a managers y profesionales de recursos humanos que quieran entrar de pleno en el aprovechamiento máximo de habilidades y capacidades de ámbito digital. Pasarían así a ser profesionales para liderar la transformación digital en el área de recursos humanos, aportando valor en la toma de decisiones sobre un aspecto tan fundamental como el capital humano de una empresa.
Y es que resulta una consecuencia lógica del aumento de información el hecho de que cada vez hay más datos, que generamos sin darnos cuenta, cada vez que programamos una ruta en nuestro navegador, subimos una foto a Instagram… pero no solamente nosotros, sino también las máquinas expendedoras, los semáforos… y es precisamente el matrimonio entre el Data Science y el Big Data lo que nos convierte en un centro de interpretación de esos datos y darle el valor que buscamos y que puede marcar un punto diferencial para nuestra estrategia de comunicación, de venta, o simplemente de generar una emoción o reacción en el que hayamos perfilado como nuestro público objetivo. O simplemente para nuestros objetivos empresariales.