Basta echar la vista hacia el pasado para ver cómo ha cambiado la fotografía a la hora de contar la historia familiar.
Si se pregunta a los bisabuelos, quienes tienen la suerte de haber compartido con ellos tiempo, saben que apenas había fotos de fechas señaladas como las bodas, pero que poco más se puede conservar hasta que no llegaran los años 50-60 con las primeras cámaras en las casas y con imágenes que ya empezaron a hablar de la cotidianeidad, aunque seguían reservándose los disparos a ocasiones de reuniones familiares o acontecimientos de relevancia.
“Ha sido la llegada de la fotografía digital y ya con los dispositivos móviles cuando los ordenadores de las familias se han ido llenando de miles de imágenes que hablan de su propia historia. Es cierto es que ahora, con respecto al pasado, se imprimen menos, aunque nunca antes se había documentado tanto a la familia” explican algunos expertos.
Sin embargo, hay una tendencia que deja patente que una cosa es tener acceso a la imagen y a las fotografías y otra distinta es conseguir buenas fotografías con las que decorar la casa, regalar a la familia o añadir a un álbum: fotos de estudio.
Tres momentos en los que merece la pena un fotógrafo profesional
Aunque hasta ahora había dos momentos claves para que un fotógrafo profesional se hiciera cargo de la cámara – una boda o bautizo – hay otros tres momentos en la historia familiar que merece la pena ponerse en sus manos.
- Imágenes del embarazo: una sesión en la que el protagonismo está en el embarazo suele ser un recuerdo imborrable que luego pasará de generación en generación. Es uno de las épocas más felices para una pareja e inmortalizarlo puede ser una buena idea.
- “Cuando un niño nace toda la familia quiere hacerle una foto, pero no siempre sale como se imagina. Es un bebé, de ahí que acudir a un profesional que, con un estudio, puede sacar imágenes únicas sea la última tendencia. Además, con varios escenarios, se pueden regalar esas imágenes a la familia” explican desde Baby Click Photography
- Una sesión de toda la familia: esta es la última tendencia en ciernes. Aparte de las imágenes del bebé y sus padres, cada vez son más los que optan por una sesión con abuelos y tíos para hacerles partícipes también de un plan único e inolvidable.