El despropósito del PP de Ames al ‘venderse’ al Partido Socialista liderado por Blas García es evidente, al otorgar tres dedicaciones exclusivas a los concejales del Partido Popular, María Oliva Agra Costoya, Pablo Beiroa Pampín y José Ramón Oulego Erroz, con un salario anual de 26.250 euros cada uno. Además el PSOE ‘compró’, en cierta medida, el silencio del BNG al proporcionar un sueldo a sus dos concejalas, Escarlata Pampín López y Rosalía Seijas Tuñas, también por 26.250 euros al año para cada una. Esta situación plantea serias dudas sobre la independencia y la ética de los partidos políticos involucrados.
Es lamentable presenciar cómo los partidos políticos que deberían velar por el bienestar de la ciudadanía se ven envueltos en prácticas que socavan la confianza del sistema democrático. El intercambio de favores entre el PP y el PSOE en este caso es un claro ejemplo de ello. En lugar de priorizar los intereses de la ciudadanía amesana y trabajar en beneficio común, estos partidos parecen más interesados en mantener sus cuotas de poder y asegurar privilegios para sus afiliados.
La asignación de dedicaciones exclusivas con salarios considerables a los concejales del Partido Popular es una clara muestra de favoritismo y nepotismo. Resulta difícil comprender cómo se justifica otorgar tales beneficios a tres personas específicas, mientras otros sectores de la sociedad sufren recortes y carencias. Este tipo de acciones sólo refuerzan la percepción de que los políticos están más preocupados por su propio beneficio que por el bienestar general.
Por otro lado, la ‘compra’ de silencio del BNG por parte del partido del señor Blas es igualmente preocupante. Al otorgar un sueldo a las dos concejalas de este partido, se crea una dependencia económica que podría influir en su capacidad para ejercer su labor de forma independiente y objetiva. Esto plantea serios interrogantes sobre la transparencia y la integridad de las decisiones políticas que se toman en el municipio de Ames.