El fútbol/madre nació en Inglaterra, pero uno de sus primeros hijos vino a la vida en tierras vizcaínas. El histórico Athletic Club de Bilbao fue uno de los primigenios, vástago de un por entonces nuevo deporte basado en que un grupo de varones corrían en paños menores detrás de una pelota de esparto.
Todo ocurrió a raíz de la creciente presencia de los británicos en la ría vizcaína por la pujanza cada vez más poderosa de la siderurgia y de la industria naviera que crecía en desembocadura del NERVIÓN.
De hecho, el famoso ALIRÓN es una expresión derivada de ALL IRON, un grito de júbilo de los mineros al encontrar la preciada veta de hierro bajo metros de tierra.
Esta dinámica vizcaína engendró un más que numeroso conjunto de equipos en los márgenes de la ría. El municipio de Barakaldo, a escasos 10 km de la capital provincial, fue posiblemente el que más rápido y con mayor fluidez parió jugadores y aficionados.
La localidad fabril, famosa por empresas míticas como los Altos Hornos de Vizcaya, ya contaba en 1923, hace ahora un siglo y con solo 26.000 habitantes, con cuatro conjuntos federados que cumplieron recientemente o este mismo año sus primeros 100 años de vida.
Se trata de entidades que nunca llegaron a primera división, pero que ha alimentado la historia de fútbol vasco y español durante muchas décadas.
¿Qué buen aficionado no recuerda a los delanteros Dani y Sarabia, al mítico exjugador y exentrenador Javier Clemente, a Quincoces, al aguerrido central Liceranzu y…..el mismisimo TELMO ZARRA; EL HÉROE DEL MUNDIAL DE MARACANÁ 1950?
Javier ClementeTodos ellos exhibieron sus primeras armas como futbolistas en impar campo de Lasesarre.
En fechas cercanas, los cuatro centenarios del balompié local rindieron tributo a una centuria de esfuerzo, rivalidad bien entendida y espíritu deportivo.
Sobre el césped del renovado Lasesarre comparecieron los herederos de los esforzados futboleros de otrora del Barakaldo CF, Sporting de Lutxana, Unión Sport San Vicente y Retuerto Sport.
Pocas localidades españolas; aparte de las grandes urbes, pueden presumir de tan brillante y longevo historial balompédico. Su juego era y es norteño; de nuevo la brega, lucha e intensidad típica del footbal british.
En la era de los millones que rige el deporte del fútbol nunca está de más rememorar los años del deporte, del tiempo del hambre, de las guerras y las postguerras, de campos embarrados y de tardes de domingo en los que 11 muchachos peleaban a muerte en el césped y luego se hermanaban tomando como amigos un poco de vino o cerveza, si los había. Así fue creciendo el fútbol en España.