Artista plástico, músico, escritor, doctorado en Bellas Artes y guitarrista de la banda granadina de metal Demiurgo, la obra de Francisco Villalobos Santos (Coín, 1981) se extiende más de dos décadas en forma de pintura, literatura, performances e investigación, hasta su consumación musical en Tula Hiperbórea, su primer disco en solitario, recién editado en el sello DISPAR.
Gestado a la orilla del Río Grande, en Coín, el conjunto de canciones que conforman Tula Hiperbórea nace de responder a un impulso transversal a toda su creación: ver lo esencial, captar la belleza y el sentir originario de todo lo que nos rodea. Temas como «Cantan las aguas» o «Tierra de Diamantes» nos hablan del silencio, de la plenitud del cielo estrellado o el rumor entre las hojas de los árboles.
La música de Villalobos responde a la definición más legítima de cantautor contemporáneo, suena a rock alternativo, folklore e incluso spiritual jazz, una mezcla que resulta acertada y contundente a lo largo de los 12 temas que conforman el disco.
En esta búsqueda hacia el interior, Villalobos no viaja solo, le acompañan Jose Manuel García al bajo y sintetizadores, Álvaro Parada a la batería y saxo, así como el productor Alejandro Lévar, a cargo del sonido. La grabación se llevó a cabo en 2022 en La Cabaña Estudio (Coín), por José Manuel Cárdenas, y en Moon Rate Studios (Estepona).
El proceso creativo de Tula Hiperbórea está fuertemente vinculado con «El jardín de la memoria», último libro de Francisco Villalobos publicado por la Fundación García Agüera en 2019, donde explora la activación de una mirada sensible a través de textos de gran contenido poético, así como de su obra plástica y escritura diagramática.
Ya sea en forma de música, poemas o imágenes, la obra de Villalobos contiene algo de iniciático, una invitación a revisar nuestra manera de percibir el mundo, tanto exterior como interior, que amplía nuestra propia sensibilidad. No os preocupéis, no os dolerá.