Así consta en el borrador del informe político que Garzón presentará esta tarde ante la Coordinadora Federal de IU, cuyo tercer bloque aborda las propuestas para hacer de Sumar el «frente amplio» que se propusieron construir los partidos que componían Unidas Podemos en torno a la vicepresidenta segunda del Gobierno, hoy en funciones, Yolanda Díaz.
El líder de IU asegura que, al principio, «el proceso consiguió implicar a miles de personas que no estaban necesariamente vinculadas a organizaciones políticas» y «lo vieron como un estímulo para la participación». También recuerda que IU vio en Sumar la posibilidad de «ensanchar el espacio».
Ahora, subraya que esa afirmación «ha de ser válida durante todo el proceso y para los procesos venideros», y lamenta que, «con el adelanto electoral, la premura en confeccionar las listas (…) impidió la puesta en marcha de mecanismos democráticos y el diálogo entre organizaciones y con la ciudadanía». Aunque ve «lógico» que se hiciera así por la falta de tiempo, Garzón observa que «no podemos postergar más el objetivo de hacer partícipe a la ciudadanía».
«Otro elemento que ha generado confusión», puntualiza, «es la dualidad de Sumar coalición y la existencia del partido Movimiento Sumar, por darse el mismo nombre al partido y a la coalición». En este sentido, el borrador del informe de Garzón reitera su descontento con «las portavocías que se designaron sin diálogo durante la campaña y que se hayan nombrado las portavocías en el Congreso de forma unilateral por la dirección del grupo».
Es decir, pone en cuestión que se mantengan portavoces de campaña como Ernest Urtasun, María Eugenia Rodríguez Palop y Elisabeth Duval, y reitera su sugerencia de que los del Congreso, de los cuales ninguno pertenece a IU ni Podemos, sino a Movimiento Sumar, los Comunes, Compromís, la Chunta Aragonesista y Més por Mallorca, deberían ser rotatorios.
PROPUESTAS PARA UN FRENTE AMPLIO
Pese a todo, el líder de IU sigue pensando que «la coalición Sumar tiene posibilidades de poder configurarse como un Frente Amplio, con mecanismos democráticos de coordinación, en el cual todos los partidos y coaliciones se sientan cómodos, representados y, por tanto, partícipes». Pero sería «un espacio en el que el partido Sumar, que está en formación desarrollando sus propias estructuras, sería un partido más».
Como esto «no se puede hacer deprisa y sin debate», Garzón sugiere que «una vez que se haya conseguido un Gobierno de coalición y se haya despejado el escenario de nuevas elecciones», con un plazo que calibra entre finales de 2023 y junio de 2024, se debería acometer este proceso. En primer lugar, se constituiría una comisión coordinadora que ya contemplaba el acuerdo de coalición, y esta organizaría un «encuentro amplio» del que saldría «un manifiesto que marque los principios generales del Frente Amplio».
Dicho encuentro «debería garantizar la participación de personas como los afiliados de las diferentes organizaciones» y articular «la forma de participación de los partidos». Y, sobre esta última, apunta Garzón: «Desde nuestra experiencia, creemos que la mejor fórmula para que convivan partidos, organizaciones sociales y personas es la Federación de Partidos, donde se regule las relaciones y las competencias de cada actor y de los órganos».
En cualquier caso, entiende que «la construcción de cualquier espacio conjunto o Frente Amplio debe hacerse desde el reconocimiento y asunción de las personalidades jurídicas de las partes que participen en el mismo; por tanto, excepto la fórmula de partido político, cualquier otra (jurídica o no) puede ser válida».
El objetivo del líder de IU es, sentencia, «aglutinar un bloque de la izquierda que una a organizaciones políticas, sociales y sindicales» y «avanzar hacia la construcción de un Frente Amplio, empezando por priorizar que haya una coordinación interna similar a la de una coalición, con funcionamiento democrático».
(SERVIMEDIA)