Carlos Miguélez es un hombre para quien la sostenibilidad no es sólo un concepto que suena noble, sino una forma de vida. Su trabajo se centra en la pesca sostenible, aplicando prácticas y enfoques tradicionales, y construyó una cabaña pasiva con sus propias manos, utilizando recursos locales y con la ayuda de su familia
Carlos vive en el pueblo de Barazón Grande, en el centro de Galicia. Además del hermoso paisaje que la población local respeta y aprecia, la zona es rica en tradiciones heredadas de sus antepasados. La cultura local trata de aprovechar al máximo los recursos disponibles. Mucho antes de que sostenibilidad y reciclaje se convirtieran en palabras de moda de nuestra época, ya estaban firmemente establecidos aquí. Y es este enfoque tradicional el que Carlos intenta aplicar a todos los desafíos de los tiempos modernos, buscando formas de incorporar la sabiduría antigua a las prácticas contemporáneas.
Además de eso, está pensando en cómo preservar todo esto para las generaciones futuras, cómo transmitirlo a sus descendientes, no sólo en términos de prácticas ecológicas, sino como una forma de vida y una filosofía.
Considera fundamental una pesca sostenible que no agote las reservas naturales de peces de los ríos. Una parte de su trabajo es educar a los estudiantes y las comunidades locales sobre el medio ambiente. Al hacerlo, enfatiza en cómo todo en la naturaleza está interconectado y cada acción puede tener impactos de gran alcance en la compleja red de la vida. Todo lo que Carlos hace refleja su misión: garantizar que las generaciones futuras hereden un medio ambiente bien conservado.
Por eso no sorprende que la pasión de Carlos por la sostenibilidad se haya trasladado a su casa. Construida con materiales locales y utilizando técnicas transmitidas por su padre, su cabaña representa una profunda conexión con su patrimonio y la tierra. Sirve como un legado que espera transmitir a las generaciones futuras.
La idea surgió mientras trabajaba en el río, donde su compañero Miguel, que en ese momento terminaba sus estudios de arquitectura, le ofreció sus servicios. El hermano, el hijo y la hija de Carlos también colaboraron. La cabaña se construyó durante dos veranos con el objetivo de crear una estructura ecológica y sostenible utilizando materias primas locales, es decir, de las inmediaciones del «kilómetro cero» del edificio, que fueron obtenidos de la forma más respetuosa con la naturaleza posible. También utilizaron muchos materiales y componentes reciclados, como ventanas viejas. La cabaña tiene sus propios paneles solares y purificador de agua de piscina de biotopo.
¿Cómo usa la cabaña? Para celebraciones y reuniones con familiares y amigos, que se pueden hacer con cualquier motivo, incluso la llegada y salida de las cigüeñas, la luna llena, o el cambio de estaciones…
Exploradores de la sostenibilidad
Vídeos sobre sostenibilidad, conexión con la naturaleza, vivir en armonía con el mundo que nos rodea, no destruir el medio ambiente y tomar de él sólo lo que necesitamos… Así se resume una serie documental que muestra a personas interesantes e inspiradoras, sus proyectos imaginativos, sus actitudes poco convencionales y humildes y la manera en la que se acercan a la vida. Pero como todos viven y trabajan en el mundo moderno de hoy, los documentales también muestran la conexión entre el tema de la sostenibilidad y el mundo actual de la movilidad. Las personas retratadas en los vídeos pueden recurrir a socios resilientes y sostenibles: automóviles con una flecha alada en su emblema.
Carlos Miguélez
Carlos, que originalmente era técnico forestal, trabaja en un centro de cría y reproducción de peces en el pueblo gallego de Barazón Grande. En su trabajo ayuda, entre otras cosas, a gestionar la pesca en la provincia de Orense y otras comarcas. Su piscifactoría sirve como reserva genética de peces de los diferentes ríos de la provincia y ayuda a la recuperación de poblaciones de peces en ríos ecológicamente dañados.