La asociación profesional Justicia para la Guardia Civil (JUCIL) critica que el día de la Patrona de este Cuerpo, la Virgen del Pilar, se celebre este año en medio del olvido que sufre la Institución por parte de sus principales cargos, el ministro del Interior y el resto del Ejecutivo. Un olvido que se manifiesta en la reducción que se observa en la plantilla de guardias civiles en España, con permanente y constante cierre de cuarteles, lo que conlleva además una pérdida de seguridad para los ciudadanos, sobre todo en las áreas rurales “que ven cómo cada día somos menos los guardias civiles que formamos parte de la vecindad de estas localidades y que sienten personalmente cómo desde la Administración se deja a su suerte a los habitantes del mundo rural” afirma el secretario general de JUCIL, Ernesto Vilariño.
JUCIL considera que esta situación se agrava para los guardias civiles, que observan cómo al tiempo que se reduce la cifra de compañeros sus derechos laborales, precariamente consolidados “prácticamente han desaparecido ahora. Se nos niega la posibilidad, por ejemplo, de mejorar los turnos de trabajo. De hecho, abandonamos el Consejo de la Guardia Civil el mes pasado, y lo hicimos todas las asociaciones, porque ni siquiera se nos deja en ese órgano presentar de manera adecuada nuestras propuestas”, explica Vilariño. “Sospechamos que existe un plan para laminar, aplastar, los derechos laborales y sociales de los guardias civiles y hundirnos de nuevo en la más rancia tradición del ordeno y mando de la que parecen gustar los actuales responsables políticos”, añade el secretario general de JUCIL.
Respeto para nuestros representantes
JUCIL reclama así hoy, en el día en el que se conmemora la Virgen del Pilar, respeto para los representantes de los guardias civiles por ser la voz de una plantilla que requiere de mejores condiciones laborales y que reclama, sin que hasta ahora se haya cumplido, la equiparación salarial y de derechos laborales con los cuerpos policiales autonómicos. “Solo pedimos igualdad y la desaparición de situaciones privilegiadas por parte de unos funcionarios públicos frente a otros”, precisa Ernesto Vilariño.
La asociación profesional recuerda por último que recientemente se posicionó con relación a una posible amnistía de prófugos y delincuentes en Cataluña con el objetivo de conseguir los votos que permitan cerrar un acuerdo de Gobierno. Como asociación defendemos el derecho de los guardias civiles, en su actividad privada, a tener, defender y difundir sus propios planteamientos ideológicos, como cualquier otro ciudadano. Sin que ello afecte a nuestra actividad profesional. JUCIL rechaza en este sentido que sea posible que esa amnistía, como se ha dicho por parte de algunos componentes del Gobierno, afecte también a los compañeros y policías nacionales procesados por los sucesos provocados por el independentismo en Cataluña. Quienes actuaron según las órdenes recibidas y en cumplimiento de la Ley no pueden ser utilizados como moneda de cambio en una amnistía que quiebra del Estado de Derecho, ya que admite que quienes actuaron en contra de la Constitución y se saltaron la ley hicieron bien porque se trataba de normas injustas y antidemocráticas.
Hora de actuar
Así las cosas, JUCIL avanza que mantendrá y peleará por la devolución de los derechos laborales y sociales perdidos por los guardias civiles y también por la defensa de la Institución, en tanto que compuesta por personas que defienden y trabajan en favor de la ley, de la defensa de los derechos de los ciudadanos y de la Constitución.