¡Estás convocado! Por Miguel Abreu

por Miguel Abreu

Durante unos diez años tuve la gracia de poder contactar y acoger a jóvenes y adultos jóvenes de todo el mundo, cristianos, musulmanes, judíos, ateos y agnósticos, que venían a la ciudad de Oporto para estudiar – principalmente bajo programas de intercambio de estudiantes. Este tiempo de gracia, porque para mí fue una bendición de Dios poder contactar y acoger a cada uno de ellos, es un testimonio vivo de que la paz entre los pueblos es posible. Compartir la misma humanidad nos hace cercanos, especialmente en el sufrimiento. En mi caso, tal vez porque llevo en mi corazón a cada uno de estos alumnos que acogí, y fueron muchos (muchos más de trescientos alumnos por año), soy más sensible a cada una de estas tristes situaciones conflictivas que ocurren en el llamado mundo globalizado.

Los programas de intercambio de estudiantes (por ejemplo, ERASMUS), además de permitir el intercambio de conocimientos, también son un catalizador para la construcción de la paz entre países, y sobre todo entre cada ser humano. Por lo tanto, tú. Sí, tú, que participaste en un programa de intercambio estudiantil (tengas la edad que tengas, vivas donde vivas), estás comprometido con la humanidad y tienes la responsabilidad de ser el actor principal en la construcción de la paz. Reúne tus contactos de aquella época, unan su mismo deseo de paz y muéstrenlo a este mundo desconcertado.

Podemos dar todas las razones de cada uno de los conflictos existentes. Hechos históricos, acciones recientes, …mil justificaciones para sustentar lo injustificable. ¡Los terroristas son terroristas! Personas incapaces de dialogar, amantes de la muerte. Esta es una triste observación inequívoca. En este agravamiento del conflicto, Israel y Palestina, sería importante que la autoridad palestina y el gobierno israelí se unieran en un mismo propósito, y desarrollaran conjuntamente medidas concretas contra los terroristas que buscan la muerte de todos los seres humanos. ¡Sería un ejemplo extraordinario para el mundo! Y sin duda sería un gran paso hacia la pacificación de un territorio que parece no haber conocido nunca la paz. Es una completa antítesis cuando pensamos en esa región como Tierra Santa. ¡Lo único que falta es la voluntad y la acción del Hombre! Utopía es una palabra inventada por el Hombre para justificar la falta de voluntad, o incluso quizás la falta de coraje, para hacer realidad el sueño.

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