Cientos de globos vuelan en la plaza del Obradoiro para dar visibilidad a la discapacidad intelectual 

por Redacción A Coruña

La delegación de jóvenes con discapacidad de la Fundación A LA PAR ha llegado a Santiago y ha elevado los deseos de sus compañeros al cielo de la Plaza del Obradoiro

El grupo de jóvenes con discapacidad intelectual de la Fundación A LA PAR que el pasado día 24 puso en marcha iniciativa solidaria «Cuando hay que moverse«, impulsada y organizada por Alquiber Quality, empresa española líder en el negocio de renting flexible, ha concluido su aventura con total éxito en la Plaza del Obradoiro.

Tras recorrer 60 km, con paradas en Melide, Arzúa y O Pedrouzo, los participantes de esta ruta solidaria han logrado su objetivo: lanzar al cielo de Santiago cerca de trescientos de globos con los mensajes y buenos deseos de otros compañeros que, por diversas circunstancias, no han podido acompañarlos en el viaje, así como generar visibilidad y concienciar a la sociedad de las necesidades y capacidades de las personas con discapacidad intelectual, además de promover el deporte y la actividad física, auténticos pilares de su desarrollo.

Tras soltar sus globos, la comitiva, compuesta por una veintena de estos jóvenes peregrinos, monitores de A LA PAR y una representación de Alquiber, recibió el aplauso de los presentes en un momento lleno de emotividad frente a la Catedral, donde el jueves asistieron -por primera vez en la historia de esta iniciativa- a una misa con Botafumeiro.

Durante todo el recorrido, los peregrinos de A LA PAR han contado con el respaldo de Alquiber, que, en colaboración con la empresa Alkora, se ha encargado de hacer posible esta iniciativa solidaria aportando diversos vehículos, tanto para traslados como para dar soporte a la marcha y transportar vituallas. Los peregrinos se pusieron en marcha el pasado martes desde Madrid a bordo de las furgonetas cedidas por Alquiber, que los trasladaron a la localidad de Melide. A continuación, Los jóvenes continuaron El Camino en dirección a Arzúa y, desde allí, a O Pedrouzo, hasta alcanzar hoy con éxito su meta en Santiago.

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