@gonzalogsoto
Antes de comer el turrón, quiero suponer que el propietario del RC Deportivo, Escotet, reunirá a quienes ha puesto al frente de la entidad más que centenaria, para hacer una profunda reflexión sobre lo que acontece en el Real Club Deportivo de La Coruña, SAD., en la presente temporada. Con datos objetivos en la mano, un Club que hizo un gran dispendio de dinero para fichar jugadores en la lonja veraniega, hasta el día de hoy, el balance es mediocre: 17 partidos jugados, 6 ganados, 8 empatados y 3 perdidos, a 9 puntos del filial del RC Celta de Vigo, el Fortuna, el filial de nuestro eterno rival. Inaudito. Los que peinamos canas y hemos visto tardes de gloria, ante esta situación, me he convertido en un paleto romántico, que vive de sueños, porque la realidad altera mi debilitado corazón.
Sobre el terreno de juego, hemos visto a un equipo que carece de inteligencia futbolística, sin orden y menos concierto, ramplón, con un director en el banquillo emulando a Don Tancredo durante los partidos de fútbol, quizás le puede la presión y esta no le permite leer los partidos. Se blasona de la cantera y pienso. ¿Cómo se puede tragar con este mantra? Nos están engañando en nuestras narices y dejamos que pingue el moco, pero no sacamos el pañuelo.
De empresa «escarallada» a juguete «escarallado»
El Club de mis amores, ha pasado de ser una empresa «escarallada» a un juguete «escarallado». Es incomprensible que, una entidad deportiva sin agobios económicos, lleve cuatro años en la tercera categoría del futbol español, y cada año se supera en esperpento a la anterior. Lo visto hasta ahora con «brotes verdes», «sensaciones positivas», y otras milongas más, ha sido el árbol que, intereses espurios, han puesto en el principio del bosque para que los deportivistas no viésemos en lo que han convertido al RC Deportivo de La Coruña, un equipo «fofito» con el mayor presupuesto de la categoría, con jugadores diferenciales cobrando casi el doble que muchos jugadores de Segunda División, etc. todo esto gira sobre la hipérbole de la fantasía de quienes venden humo. Demasiados silencios cómplices en una ciudad de barrios. Se ha ganado al Arenteiro, ¡albricias! Con todos mis respetos al equipo ourensano, que dio la cara en todo momento, y el pecho se ha vuelto a hinchar, entramos en la montaña rusa dependiendo del resultado de cada jornada. Si queda o se va el entrenado. ¡Manda carallo! Ayer le ha sonado a Idiaquez y a Fernando Soriano la flauta por casualidad, Davo ha sido el flautista.
Fernando Soriano, ayer dio la cara, obvio, se había ganado, fue un partido con suerte para los dos responsables técnicos. Cuando hay que dar la cara es cuando pintan bastos, Sr. Soriano. En el verano, fichó a trece jugadores, en enero tendrá que hacer cuatro o cinco fichajes con otras tantas salidas, ocho o diez movimientos entre entradas y salidas. Esta situación demuestra el fracaso del director deportivo en los fichajes, o el poco conocimiento que tiene de la categoría.
Son tantos los puntos de inflexión por mí deseados, que he perdido la cuenta, porque lo único que cuentan los doctos «craneotecos» del RC Deportivo son cuentos de las mil y una milongas, sin olvidar el de la lechera.
Felices fiestas, queridos lectores y que el año 2024 sea el del ascenso