El fabricante de automóviles japonés Daihatsu Motor suspendió toda la producción nacional el martes en medio de un escándalo por la falsificación de sus pruebas de seguridad
La empresa detuvo el martes las operaciones en su fábrica en la prefectura de Osaka después de cerrar otras tres instalaciones en las prefecturas de Shiga, Kioto y Oita el día anterior, paralizando por completo su producción nacional.
Se espera que las cuatro fábricas permanezcan cerradas al menos hasta finales de enero del próximo año, dijo Daihatsu el lunes, prometiendo compensar a todos los proveedores a los cuales abastece directamente.
Daihatsu anunció la semana pasada que una investigación encontró 174 nuevos casos de mala conducta en relación con las pruebas de seguridad de vehículos nuevos que involucraban a 64 de sus modelos.
En abril, el fabricante de automóviles reconoció la manipulación de información en las pruebas de colisión de seis de sus modelos, incluidos los vendidos en los mercados extranjeros de Tailandia y Malasia.
En mayo se descubrió que la empresa también había obtenido indebidamente la certificación gubernamental para vehículos híbridos para el mercado japonés.