Con motivo de la Pascua Militar, la ministra de Defensa, Margarita Robles, leyó su discurso ante su Majestad el Rey, donde realizó un balance de lo realizado durante el pasado año y señaló alguno de los objetivos a cubrir en el que está comenzando.
Sus principales líneas estuvieron marcadas por la explicación de la postura de España ante la actual situación internacional, el compromiso de esta ante las operaciones de mantenimiento de la paz y seguridad, el incremento en la inversión en armamento y material, el papel de la mujer en las Fuerzas Armadas y el reconocimiento a la labor realizada por los integrantes de las Fuerzas Armadas, CNI y Guardia Civil.
En cuanto referencias a la situación de aquellos que han de permitir que todo esto funcione de una manera óptima, los militares, simplemente una vaga mención a que «El incremento en la inversión, ha de permitirnos también continuar mejorando las condiciones de vida y trabajo de los hombres y mujeres de nuestras Fuerzas Armadas. Ellos son nuestro principal capital«.
Si en su discurso de la Pascua Militar de 2023 hizo referencia a que el crecimiento presupuestario iba a permitir «consolidar las mejoras retributivas realizadas estos últimos años; afianzar políticas de igualdad y continuar con la implementación de medidas que permitan la conciliación de la vida personal, familiar y profesional«, así como que las Fuerzas Armadas «cuenten con efectivos suficientes en cantidad y calidad, capaces de afrontar los nuevos retos tecnológicos y de innovación…», este año, como se ha dicho, no ha marcado ningún objetivo concreto en cuanto a mejoras para el personal militar, las cuales ATME y otras asociaciones reivindican.
La Asociación de Tropa y Marinería Española «ATME», como manifestó en su nota de prensa del día 6 de diciembre, no espera que el ministerio de Defensa emprenda por iniciativa propia ninguna mejora en las condiciones retributivas, profesionales y de reconocimiento de derechos a los militares profesionales. Debería valer como ejemplo todo el mandato de Margarita Robles como ministra de Defensa, con el fracaso de la comisión de trabajo temporal sobre retribuciones (2021), la negativa continuada a una Ley única o integral de la carrera militar y la paralización de la comisión de trabajo sobre la actualización y mejora de los derechos y deberes del personal militar, que comenzó en 2017 y lleva paralizada más de año y medio.
Tienen toda la razón y es de justicia .Aparenta que «servir a España» se confunde «con morir aceptando la miseria» y
además de la prohibición de huelgas y manifestaciones a los militares ,se les maltrata económicamente a ellos y
sus familias.
La Ministra luce elegante ropa cara que demuestra su buen gusto y buen vivir .Ya ven que lazo elegante porta rodeada
de los Jefes Militares ,la tropa parece ser tratada como en la época Franquista y comen «a rancho» mientras los Jefes
y la Ministra ,viven en otro Planeta.
He observado de soldados e incluso sargentos a gentes de Sudamérica y Africa lo que confirma la falta de efectivos
militares nacionales y es el síntoma de que «morir por la Patria » no es rentable y pocos españoles , quieren ser militares.
Sigan publicitando su situación porque es vergonzoso que tengan que salir en los medios de comunicación para que
los demás sepamos el mal trato que reciben por estar al servicio de España.