La responsabilidad de Israel con la ayuda humanitaria no concluye cuando se dejan los suministros en la frontera, señalan los trabajadores humanitarios, que recuerdan que tiene la obligación de facilitar las condiciones para su entrega
La población de Gaza lucha por sobrevivir, afirmó el coordinador de Asuntos Humanitarios de la ONU para los Territorios Palestinos Ocupados, que formaba parte de un equipo que realizaba una misión de evaluación en la ciudad meridional de Jan Yunis tras la retirada militar israelí de la semana pasada.
«El personal humanitario está trabajando duro para ayudarles, pero necesitamos seguridad, acceso y una facilitación fiable por parte de las fuerzas israelíes, cuyas responsabilidades no terminan cuando se dejan los suministros en la frontera», afirmó Jamie McGoldrick.
Todos los edificios que visitó el equipo y la mayoría de los que pudieron ver habían sufrido daños, mientras las carreteras pavimentadas habían quedado reducidas a caminos de tierra.
El equipo inspeccionó un almacén de la ONU, cuatro centros médicos y ocho escuelas. Informaron de que habían visto daños muy importantes en todos esos edificios menos en uno.
Hablando en el refugio de Fukhari y en una escuela de la agencia de la ONU para los Refugiados palestinos (UNRWA), McGoldrick dijo que la Organización estaba prestando servicios a 116.000 personas sólo en ese lugar.
Calles llenas de bombas
Afirmó que la comunidad necesita más suministros y apoyo, incluidos alimentos, agua, salud y saneamiento.
Las calles y los espacios públicos de Jan Yunis están plagados de artefactos explosivos sin detonar, lo que supone un grave peligro para la población civil, especialmente para los niños.
El equipo encontró bombas de 500 kilogramos sin detonar tiradas en las principales intersecciones y en el interior de las escuelas.
Los residentes describieron la grave escasez de alimentos y agua y la pérdida de servicios sanitarios críticos debido a la destrucción de los hospitales Al-Nasser y Al-Amal.
Enlace con el Ejército israelí
McGoldrick representó el miércoles a los trabajadores humanitarios de la ONU y a sus socios en una reunión con el Mando Sur de las Fuerzas de Defensa israelíes, así como con COGAT, el organismo israelí responsable del flujo de ayuda en Gaza.
El veterano coordinador presentó una lista de peticiones para mejorar el suministro de ayuda en todo el enclave a la escala necesaria para evitar la hambruna generalizada que se avecina.
Para los palestinos musulmanes, el final de Eid Al Fitr llega mientras los gazatíes están atrapados en «una de las guerras más brutales de la historia reciente», dijo por su parte el responsable de UNRWA, Philippe Lazzarini.
«Es muy difícil celebrarlo en medio de la deshumanización, el dolor y los corazones afligidos», dijo en X, pidiendo una vez más un alto el fuego en Gaza y en otros lugares.
© UNOCHA/Themba Linden. Jan Yunis yace en ruinas tras la retirada de las fuerzas israelíes.
Nuevo ataque a convoy de UNICEF
En declaraciones a los periodistas durante la sesión informativa celebrada a mediodía en Nueva York, el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, afirmó que las Naciones Unidas «seguiran trabajando con todos aquellos comprometidos con aliviar el sufrimiento humanitario en Gaza y abogando por un suministro de ayuda seguro y basado en principios».
«Ese es nuestro compromiso y nuestras obligaciones con nuestros equipos y con la gente a la que servimos».
Mientras tanto, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) informó de que uno de sus vehículos fue alcanzado por munición real el miércoles mientras esperaba para entrar en el norte de Gaza.
La agencia dijo que el incidente ha sido planteado a las autoridades israelíes pertinentes.
«A menos que los trabajadores de ayuda humanitaria estén protegidos, de acuerdo con el derecho internacional humanitario, la ayuda no puede llegar a las personas necesitadas», afirmó UNICEF en un comunicado.
Foto portada: © UNOCHA/Themba Linden