La ONU insta a Rusia a poner fin a la represión de los periodistas, donde sus encarcelaciones, bajo diversos cargos penales, aumentan; también calificó de «muy preocupantes» los continuos ataques a la libertad de expresión y la criminalización del periodismo independiente en Rusia
Poco después de que el presidente Vladimir Putin iniciara su quinto mandato, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), Volker Türk, manifestó su preocupación por el creciente número de periodistas acusados, condenados y encarcelados por su labor informativa independiente, en lo que parece una intensificación de la represión de las voces disidentes.
«La intensificación de la represión contra el trabajo independiente de los periodistas debe cesar de inmediato, y el derecho a informar, un componente clave del derecho a la libertad de expresión, debe ser respetado», ha declarado.
Acusaciones penales, largas condenas
El número de periodistas encarcelados en Rusia ha alcanzado una cifra sin precedentes desde el comienzo de su invasión a gran escala de Ucrania, el 24 de febrero de 2022, según ha informado ACNUDH.
Al menos 30 periodistas están actualmente detenidos bajo diversos cargos penales que incluyen terrorismo, extremismo, difusión de información falsa a sabiendas sobre las fuerzas armadas, espionaje, traición, extorsión, violación de los derechos de las personas, violación de las disposiciones de la ley sobre agentes extranjeros, incitación a disturbios masivos y posesión ilegal de explosivos o drogas.
De los 30, 12 de ellos cumplen condenas de entre cinco años y medio y 22 años de cárcel. Entre ellos se encuentra Vladimir Kara-Murza, columnista del diario estadounidense The Washington Post, que el lunes fue galardonado con el prestigioso Premio Pulitzer de Comentario.
Controlando las palabras
Desde marzo, al menos siete periodistas se han enfrentado a cargos administrativos o penales, en particular por criticar las acciones de Rusia en Ucrania o por supuestos vínculos con el fallecido político opositor Alexey Navalny, y su Fundación Anticorrupción (FBK), calificada de «extremista» en 2021.
«Las autoridades rusas parecen estar intentando reforzar aún más el control de la narrativa, tanto en torno a cuestiones internas como a la conducción de las hostilidades en Ucrania», afirmó Türk.
«Como resultado, la población rusa tiene cada vez más restringido el acceso a información y puntos de vista no estatales, lo que obstaculiza su capacidad para beneficiarse de fuentes diversas y tomar decisiones plenamente informadas sobre asuntos de vital interés público.»
Libertad para los periodistas encarcelados
El responsable de derechos humanos de la ONU también expresó su preocupación por el frecuente uso del amplio marco legislativo para combatir el terrorismo y el extremismo, e instó a las autoridades a modificar la legislación.
«Los periodistas deben poder trabajar en un entorno seguro, sin temor a represalias, en consonancia con las obligaciones internacionales de Rusia en materia de derechos humanos», ha declarado. «Pido a las autoridades que retiren inmediatamente los cargos contra los periodistas detenidos únicamente por hacer su trabajo, y que los pongan en libertad».