Euskadi bajo la sombra de Hamlet. Por Jesús Antonio Rodríguez Morilla

por Jesús Antonio Rodríguez Morilla

Un somero análisis de los resultados de las pasadas Elecciones, podría asemejarse primeramente al símil de unas luces intermitentes amarillas, aparecidas de repente por dónde venimos transitando, las cuales advierten de una proximidad distinta, quizás inciertas desde el espacio de donde procedíamos.

Es más, si algún lector deseara contemplar otras similitudes, como por ejemplo aquella Obra de Shakespeare: Hamlet, de cuyo Texto, a través de uno de sus personajes, se podría reverberar aquella famosa frase: “Algo huele mal en Dinamarca”, trasladado a Euskadi, donde al parecer, comienza a surgir algún tipo de “olor”, políticamente distinto.

Les comentaba en mi Columna Previa, publicada con anterioridad a dichas Elecciones, que habría que “Rasgar el Velo” del enigma abstención en el País Vasco.

Ello, debido a que existirían una serie de nuevos pensamientos en la siempre conservadora sociedad vasca, opcionales de rasgar, uno de ellos, por simbiosis con el conservadurismo del PNV, y otro, se ha comprobado a través del pensamiento de nuevas generaciones, junto al efecto denominado péndulo.

El llamado VOTO JOVEN, de la mano de BILDU, cuya mayoría de edad política, la adquirió posiblemente en el Ayuntamiento de Pamplona, podrían ir gestando la pseudo independencia hacia una EUSKAL HERRIA.

Una parte de la sociedad vasca, menor de 40 años, considera que el partido de futuro progresista en Euskadi es Bildu.

Según Infobae, Bildu moviliza a gran parte del electorado joven. De hecho, es el partido con más éxito entre las franjas de edad de 18 a 44, activando este tipo de votante.

Suele suceder que electoralmente, los requerimientos populares en las urnas se moldean de manera unívoca, pero posteriores condiciones políticas ya conocidas, puestas encima de un escritorio, suelen coincidir con realidades distintas.

Y ha sucedido, como consecuencia de Rasgar el Velo de la Abstención, encontrarnos con el aumento de votos de BILDU.

A considerar, que en el cómputo de votos entre 2020 y 2024, para el PNV ha sido de +20.594; P.P. + 36.499 y BILDU + 92.155.

Dichos votos, se habrían visto incrementados en buena medida en la presente campaña con los 75.000 nuevos electores, pero parece que los votantes no diversificaron demasiado.

Otro elemento del rasgado de la abstención, a enjuiciar, serían los previos y persistentes “clarinazos” emitidos por los tres primeros Parridos Políticos en pro de presencias ante las unas, ante el posible y tradicional aumento del abstencionismo, que pudiera eventualmente favorecer a los partidos pequeños

El voto supuestamente de rechazo de la “abstención”, disminuyó de un 47,14% en 2020 al 33% en 2024.

No resulta prematuro pronosticar en estos momentos lo que sucederá de aquí en adelante durante las próximas negociaciones, ya que, aunque electoralmente las urnas manifiesten determinados resultados, posteriormente, las condiciones políticas conocidas situadas encima de un escritorio suelen ser realidades algo distintas.

Por ello, todos los partidos intervinientes, en defensa de sus respectivos intereses, vertebrarán en una forma u otra el futuro económico y político de Euskadi y España, intuyendo una especie de coctelera de la cual intentaran apropiarse, hasta el que pone los cubitos de hielo.

El posicionamiento actual de BILDU probablemente influirá de diversas formas en un próximo gobierno en el País Vasco, dependiendo de varios factores:

1.- Participación en el gobierno.

2.- Agenda política

3.- Coaliciones.

4.- Oposición.

Lamentablemente, por razones de espacio, las limitaciones de una columna son muy estrictas y no permiten extendernos mucho más.

Me cuentan, que al PNV desde que han comenzado las reuniones del tripartito, desconozco si juntos o por separado, en ocasiones “se les hiela la sangre”, en algunos momentos en que BILDU presenta sus credenciales y aspiraciones bajo su número exacto de escaños.

También me cuentan que el PSOE no se decantaría definitivamente por pareja definitiva hasta no conocer los resultados de Cataluña (Principio de interés y conveniencia).

Finalmente, cae en nuestras manos una crítica teatral de la Obra: Esperando a Godot de EL DIARIO VASCO febrero 2021, cuya Sinopsis argumenta: Es una obra que habla de la pérdida, de la desorientación humana, de nuestra condición de seres naufragados, de cómo buscamos constantemente alicientes para vivir y encontrarle a la vida un sentido y cómo ese sentido se nos escapa de las manos, cómo nos pasamos la vida esperando no sabemos muy bien qué. No es fácil describir. ¿Les suena?.

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