El presidente de la Autoridad Portuaria de A Coruña, Martín Fernández Prado, ha destacado que el protocolo que han firmado todas las administraciones que tienen competencias en la fachada marítima “abre una nueva etapa de colaboración que permitirá abordar la transformación de los espacios del puerto interior”.
“Estoy convencido de que esta vez sí será la vencida –indicó–. Este documento establece un camino que considero adecuado: se creará una comisión específica, designada por el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria, con representantes de todas las instituciones que hemos firmado el protocolo y de los partidos con representación municipal. En los próximos meses –añadió–, esta comisión definirá las bases para el futuro de los espacios portuarios y ferroviarios. Cada uno expondrá su punto de vista, lo que entiende que debe ser la ciudad y el puerto del futuro, lo que necesitamos en las próximas décadas, y a partir de ahí surgirán los proyectos concretos, el plan de acción y el modelo de gestión del gran proyecto Coruña Marítima”.
Fernández Prado, recordó que el Puerto Exterior nació como una decisión de Estado. “Y la Autoridad Portuaria ha cumplido con lo que se le encomendó –afirmó–. Construyó el puerto, lo puso en condiciones de explotación y avanzó de forma notable en el traslado de los tráficos desde el puerto interior. Con mucho esfuerzo y recursos muy limitados”.
En este sentido, subrayó que el protocolo que han suscrito la Xunta de Galicia, el Ayuntamiento y la Administración central “reconoce el esfuerzo inversor que ha realizado y debe seguir realizando la Autoridad Portuaria en las instalaciones de Punta Langosteira, y por lo tanto la necesidad de garantizar nuestra sostenibilidad financiera, además de las actividades portuarias que será preciso mantener en el puerto interior, en los ámbitos que iremos definiendo a partir de ahora”. “No podemos olvidar que el puerto ha sido desde su origen el principal motor económico y de empleo en la ciudad, y no nos podemos permitir perder ninguna oportunidad que se pueda presentar, ni en el puerto urbano ni en Punta Langosteira”.
Fernández Prado se mostró convencido de que, tal como se expresa en el documento, es totalmente compatible que la transformación del frente litoral se desarrolle en beneficio de la mejora social y ambiental de A Coruña, y al mismo tiempo contribuya a generar ingresos para la Autoridad Portuaria, que afronta una deuda de 267 millones de euros, y a conservar actividades productivas y económicas en el puerto interior.
“Arrancamos este proceso con una enorme ilusión –concluyó–. El traslado de las concesiones a Punta Langosteira está maduro, se han dado pasos importantes para liberar espacios en los muelles urbanos y estamos en buena situación para ponernos a trabajar desde ya en la Coruña del futuro. Con aportaciones de toda la sociedad, aprendiendo de los casos de éxito que conocemos de otras transformaciones portuarias y pensando juntos en lo mejor para el puerto y para A Coruña. Que es lo mismo, pues lo mejor para el puerto es lo mejor para A Coruña”.