En su estrategia incansable de intentar que la oposición no pueda fiscalizar la labor del gobierno, desde la Alcaldía de Oleiros, han dado una nueva vuelta de tuerca. Primero sacaron de los plenos los grandes contratos que adjudican directamente en Xunta de Goberno, luego limitaron las mociones reformando el ROM, y ahora desplazan a una imprevisible comisión informativa de agosto los asuntos que podrían haber llevado al último Pleno, que se celebró hace una semana. La única explicación posible es la búsqueda de mayor opacidad jugando con las fechas. Tras meses con el contrato de mantenimiento de parques y jardines caducado y pagando en contra de la opinión del interventor que formuló reparos suspensivos a las facturas, ahora de repente le vienen las prisas. Más de 6,1 millones de € de contrato para colar por la puerta de atrás.
También se adjudicará el servicio de comunicaciones del concello, otro millón de € en varios años, y por último lo más importante y la verdadera razón de esta maniobra de ocultación el primer modificado del Multiusos por valor de 2 millones de €, lo que eleva, de momento, el coste del capricho del alcalde de 12 a los 14 millones de €, al mes de iniciarse las obras un primer incremento en la obra de nada menos que un 17%.
A lo largo de estos meses dijimos, con documentos en la mano, que el Multiusos «hacía aguas «y que era el ejemplo de la gestión negligente que hace Alternativa dos veciños del dinero público muy alejada de las necesidades reales de los oleirenses. Como consecuencia de las prisas con las que se proyectó la obra para satisfacer el capricho del alcalde ahora aumenta su coste en 2 millones de euros y la manera «urgente» de resolverlo, en vez de licitar de nuevo es un «atajo» de dudosa legalidad ya que en un nuevo giro de la gestión anómala de todo el proceso el alcalde «provoca» que dos técnicos municipales firmen la necesidad de un Modificado que solo se justificaria si la necesidad de la modificación se deriva de circunstancias que una Administración diligente NO hubiera podido prever.
Pero en este caso tanto los técnicos como los concejales y el propio alcalde eran conocedores del estudio geotécnico del año 2005 que constataba los problemas de agua en la cimentación.
Así que intentar que esto se apruebe en agosto y por la puerta de atrás, es una nueva constatación de la política de opacidad y de que nos quieren ocultar algo».