Un grupo de nuevos países se ha sumado, en 2024m a la alianza conocida como BRICS, que inicialmente estaba compuesta por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, y que ahora ha pasado a llamarse BRICS+. A los cinco miembros originales se han unido Egipto, Irán, Etiopía, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, ampliando así el bloque. La incorporación del país africano se debe a criterios de estrategia geopolítica, debid a la creciente importancia de África en el contexto internacional. Esta decisión fue tomada durante la decimoquinta cumbre del grupo, que se celebró en agosto de 2023 en Johannesburgo, Sudáfrica.
Origen y significado del BRICS
Las siglas BRICS han referencia a las iniciales de los países que originalmente formaron parte de este grupo, el cual fue creado con el objetivo de fortalecer la posición de las economías emergentes en la geopolítica y economía global. Este bloque se estableció como una alternativa a coaliciones internacionales ya existentes y busca proporcionar una representación significativa a naciones con un gran potencial de desarrollo en el panorama global. Mientras hay ciudadanos de otros países que ponen el foco en el VIX index y otros activos de inversión, aquí el objetivo es buscar nuevas fuentes de financiación y desarrollo.
Estos países, aunque ya han mostrado un notable crecimiento económico, siguen enfrentando desafíos en su desarrollo. Por ello, la colaboración en el marco de BRICS+ ofrece una oportunidad para acceder a apoyo financiero y facilidades para expandirse en nuevos mercados internacionales. La primera piedra se puso en 2006, cuando los ministros de Relaciones Exteriores de estos Estados comenzaron a reunirse anualmente de manera informal, lo que eventualmente llevó a la formalización del grupo.
El NDB: alternativa al FMI y BM
Uno de los logros más significativos del BRICS hasta la fecha es la creación del Nuevo Banco de Desarrollo (NDB) en 2015. Esta institución, con sede en Shanghái, se posiciona como una alternativa al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al Banco Mundial, y ha invertido más de 30,000 millones de dólares en diversas economías en desarrollo. El NDB es un ejemplo de cómo los BRICS buscan ofrecer soluciones financieras adaptadas a las necesidades de sus miembros, y todas sus decisiones se toman por consenso, lo que a veces puede dificultar la toma de decisiones rápidas debido a los diferentes intereses de sus integrantes. El liderazgo dentro del BRICS es rotativo, con cada país miembro asumiendo la presidencia durante un año. Este país también se encarga de organizar la cumbre anual, donde se discuten los temas más relevantes para la agenda del grupo.
Razones para la Incorporación de nuevos países
El sistema internacional actual ha estado dominado por Estados Unidos, la Unión Europea y China, que son vistos como los centros de la economía global y otros aspectos como el comercio, la justicia y la legislación internacional. Estas son economías desarrolladas que, aunque poderosas, han alcanzado una etapa de crecimiento más lento tanto en términos económicos como demográficos. En contraste, los países con economías emergentes, como los que forman parte de BRICS+, tienen un gran potencial de crecimiento económico, desarrollo de infraestructura y expansión comercial. Además, sus poblaciones presentan tasas de crecimiento más altas.
Las potencias occidentales y asociaciones como el G7 han priorizado sus propios intereses, descuidando en muchos casos las necesidades de las economías en desarrollo. Estos países ven en BRICS una oportunidad para obtener mayor representación y voz en el orden mundial. Con la reciente ampliación, el bloque BRICS ahora cuenta con diez países miembros, lo que le otorga una representación significativa en términos de Producto Interno Bruto (PIB) y población mundial. Sin embargo, estas regiones aún tienen un gran margen de crecimiento, lo que refuerza su relevancia en el escenario global.
Impacto mundial
La incorporación de nuevos actores al escenario político y económico mundial representa un reto para el sistema de liderazgo internacional que ha prevalecido desde mediados del pasado siglo. Algunos analistas sugieren que estamos presenciando una descomposición lenta pero progresiva del orden mundial establecido, en el cual la hegemonía de unas pocas naciones ha sido dominante. Aunque el futuro de los BRICS es incierto, parece claro que su influencia en la escena internacional continuará en ascenso. A medida que el grupo crece, también lo harán los temas que abordan, entre los que se encuentran el cambio climático, los derechos sociales, la lucha contra el hambre o la cuestión nuclear.
Además, se espera que la demografía global cambie, impulsada por las diferentes tasas de natalidad entre países y un mayor movimiento migratorio desde las economías emergentes hacia regiones más desarrolladas, en busca de mejores oportunidades. Estos cambios demográficos y económicos tendrán un impacto significativo en el futuro del orden mundial, a medida que los BRICS+ buscan consolidar su papel como un contrapeso al poder tradicional de las naciones occidentales.