Ni el VII de caballería puede entrar en el Arenal. Por Iñaki Anasagasti

por Iñaki Anasagasti

En este Bilbao festivo-reivindicativo se echa en falta la presencia de la ikurriña, relegada a las fachadas institucionales. Se nos han olvidado las guerras de las banderas de los hoy pacíficos kaleborrokas que alentaban la intifada palestina. Hoy solo existe una causa mundial que es la Palestina, y sobre todo la causa anti israelí. Estando en contra de lo que hace Netanyahu, solo hay que recordar que además de Gaza existen cientos de causas que se deberían recordar porque no estaría nada mal y daría pluralidad al cotarro festivo, por ejemplo la terrible situación de las mujeres en Irán y Afganistán, entre otras. O la de Venezuela y el robo de unas elecciones. Pero al parecer esto no va con el movimiento feminista radical ni con la filosofía de un espacio coto cerrado, porque todo esto desentona.

Les recomendé a dos amigos que viven en Costa Rica y de paso por Bilbao fuesen a ver en el Arenal el Parque Temático que montan cada año las Comparsas y que lo han acrisolado con más de cuarenta años de ardua dedicación. Un espacio con música a tope, lemas de hace cincuenta años y un cierto olor característico que sigue respondiendo a aquel EMK ya difunto. Merece la pena darse una vuelta por él, pues es algo único en el mundo. No hay nada parecido. El tiempo se ha detenido en el Arenal bilbaino. Parece que viviéramos en 1976. Puños muy cerrados, alusiones al imperialismo yanki por doquier, una pintada alusiva al periodista Pablo González sin foto del recibimiento que le hizo Putin, fueras a la policía municipal, apoyo irrestricto a los manteros, sin olvidarnos del Che Gevara y Mao….una auténtica maravilla, un revival cutre donde tú no puedes poner tu txozna porque el recinto es de ellos. Si se nos ocurriera montar una Txozna en favor de la democracia en Venezuela, estoy seguro que a los cinco minutos ardería como una pira.

Y es curioso porque Bilbao Konpartsak no se presenta a las elecciones, pero al parecer representa a todos los bilbainos aunque nadie les haya otorgado esa representación. ¿Quién se la ha dado?. ¿La han cogido y nadie les dice nada?.

¿Desde cuándo un grupo de festejos decide que leyes se cumplen y cuáles no?

La ocupación del suelo del Arenal y sus zonas de paso son lugares de máxima concentración y de densidad elevada de personas por lo que es un peligro y un problema de seguridad pública que no se debería permitir y si se permite es porque se le tiene miedo a un colectivo que podría ejercer una violencia de todo tipo. Es lo que late en el fondo.

En relación con los manteros si son trabajadores explotados entonces lo que tiene que pedir Bilboko Konpartsak es que sea identificados los que suministran el material que venden, esas copias ilegales y que la inspección de trabajo analice sus contratos y su jornada laboral y sus condiciones de trabajo.

Y siendo grave el asunto de los manteros es aún peor la autoatribución de funciones de los comparseros si se producen agresiones sexuales en su atención e identificación de los hechos. Es muchísimo más grave, porque pueden frustrar fácilmente la persecución de delitos. Los poderes públicos tienen que ser muy claros y descartar ese autoproclamado e inaudito papel y aunque se diga que es complicado de evitar, lamentablemente algunos dicen que solo tendría solución si ocurre una desgracia. ¿Hay que esperar a eso?

En fin, que todo esto funciona en base a una gran permisividad que ampara muchísima cutrez y una dejación absoluta de autoridad al no contemplarse la pluralidad a la hora de convertir el Arenal en Fort Apache que ni siendo del VII de Caballería te permiten entrar.

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