Asociación EBF-El Burrito Feliz: «Los perros asilvestrados, una amenaza para la avifauna de Doñana»

por 21 Noticias

El naturalista Luis Bejarano manifestaba, desde hace años, su preocupación por el aumento de perros abandonados que vagan por el entorno del Parque Nacional alimentándose de diversas especies de aves, reptiles y mamíferos. Su inquietud, difundida desde hace mucho tiempo, se ve ahora refrendada por un reciente estudio de la Universidad de Huelva que muestra, tras una investigación, el efecto terrible de los canes sin control en especies como el lince.

Desde mastines esqueléticos hasta grupos de galgos infectados de garrapatas. Todo tipo de perros, presuntamente abandonados por dueños sin escrúpulos, se han adaptado a la vida silvestre aprendiendo a alimentarse de todo tipo de especies naturales en Doñana.

La asociación onubense EBF- “El Burrito Feliz” está especializada en actividades relacionadas con el universo del asno y su protección, pero no se desentiende de otros compromisos medioambientales como son la defensa de la biodiversidad o la lucha contra los incendios forestales.

Desde hace dos años su presidente, Luis Bejarano en coordinación del colectivo ecologista femenino “Mujeres por Doñana” trabaja, de forma altruista, intentando reducir el impacto de una nueva amenaza que pone en peligro, el ya por si castigado, entorno del Parque Nacional de Doñana: Los perros asilvestrados.

Y es que, según estos ecologistas, se ha observado un preocupante aumento de canes abandonados, algunos de ellos en un estado físico deplorable. Animales que, normalmente, descansan durante el día en arroyos y zonas de bosque tupido, pero que al llegar la noche inician sus recorridos de caza ante la perentoria necesidad de alimentarse. Perros, algunos con un enorme instinto depredador cuando actúan en grupo, como son los galgos.

Lo peor- afirma Bejarano- es que algunos de estos canes actúan directamente en zonas de vida y reproducción de los linces lo que supone una tremenda amenaza para las hembras de este felino que se desplazan acompañadas por su cría.

EL NATURALISTA LUIS BEJARANO YA AVISABA DESDE HACE AÑOS DE UN PROBLEMA QUE SE VE AHORA REFRENDADO POR UN RECIENTE ESTUDIO DE LA UNIVERSIDAD DE HUELVA.

También les resulta preocupante la presencia de furtivos que actúan en la zona ejerciendo un tipo de caza ilegal que consiste en recorrer, de madrugada, caminos y veredas en vehículos con perros PPP. Animales normalmente de raza Dogo Argentino. Cuando estos individuos alumbran ejemplares de jabalí, sueltan los perros de presa con la idea de que agarren a los jabatos y puedan ser terminados a cuchillo. Todo ello sin disparar ni un solo tiro con lo cual resulta difícil descubrir su presencia

El segundo problema que supone esta práctica delictiva es que se corre el peligro de que algunos de estos perros peligrosos se desorienten y vaguen por el entorno durante días, lo que podría acabar ocasionando una desgracia para los senderistas y ciclistas que recorren estos entornos de forma habitual.

Desde la Asociación EBF agradecen a la Guardia Civil las patrullas nocturnas que han permitido interceptar algunas de estas actividades de caza furtiva. También, especialmente, a su Servicio de Protección de la Naturaleza SEPRONA por su éxito en el esfuerzo de desmantelar, en poblaciones como Manzanilla, raleas de perros PPP que eran mantenidos en corrales sin ningún tipo de medida de control o sanidad.

Desgraciadamente-manifiesta Bejarano-toda esta entrega y eficacia “caen en saco roto” cuando los mismos furtivos vuelven a reiniciar de inmediato la actividad, sin que esta circunstancia parezca importar gran cosa a los responsables municipales.  EBF afirma que en estos pueblos pequeños se conoce todo el mundo y-prácticamente-  nadie es ajeno de quienes son los responsables de estos perros de presa y la ubicación de los mismos. Con preocupación, el naturalista presagia que más temprano que tarde se acabara produciendo una desgracia humana motivada por este problema que, según su opinión, no puede seguir prolongándose ni un día más.

Lo que, si se ha conseguido con éxito, en la Asociación EBF y “Mujeres por Doñana” es capturar, atrayéndolos con agua fresca, a grupos de galgos abandonados. Tras el rescate estos animales han sido dirigidos, y puestos a salvo, gracias a la colaboración de protectoras de la Provincia. Y es que EBF destaca que los perros no son culpables del problema y que son las instituciones las responsables de recogerlos, y retirarlos de Doñana, sin daño alguno de cara a canalizar su adopción y cuidados.

EBF TAMBIEN PRESAGIA QUE ACABARA PRODUCIENDOSE UNA TRAGEDIA HUMANA POR LOS PERROS DE PRESA QUE LOS FURTIVOS USAN DE MADRUGADA EN DOÑANA

La solución se encuentra, en opinión de Bejarano, en que, principalmente los Ayuntamientos, se tomen en serio el control de microchips en los canes asentados en sus municipios. Solo de esta forma, según EBF, se podrá poner fin a la problemática, ya que se evitaría que personas sin escrúpulos sigan abandonando perros en este y en cualquier sitio. Así mismo considera prioritario el control inmediato por parte de los municipios de las razas PPP, no solo en cuanto a su identificación por microchip, sino también de cara a comprobar la capacitación real de tenencia de un animal de esas características por parte del dueño, o responsable, y  también la tenencia, por parte del mismo, de un seguro de responsabilidad respecto a los, potenciales, daños que pudiera ocasionar su perro.

 EBF va a solicitar al Delegado de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en Huelva, que exija una relación detallada a cada Alcalde de los pueblos de entorno de Doñana de los perros sin microchips que existen en cada termino municipal y, en consecuencia, que determine la responsabilidad directa de cada Alcalde en los animales que están fuera de la ley y sin ningún tipo de control.

De esta forma, reseña Bejarano, combatimos la imagen negativa de una Doñana donde sobreviven perros famélicos y acuciados por el hambre y la sed, además de facilitar la supervivencia de reptiles, aves, erizos y –especialmente- la de los linces. Especie que, en un periodo de tiempo relativamente corto, ya ha sufrido seis fallecimientos, documentados por investigadores, por ataque de perros.

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