Esgrimista y refugiado, Amelio Castro luchará por una medalla en los Juegos Paralímpicos de París

por Redacción Deportes

Hace doce años, Amelio perdió la movilidad de sus piernas en un accidente de tránsito. Más adelante, se vio obligado a huir de su país. Cada día, realiza un trayecto de dos horas desde su centro de acogida para entrenar esgrima en silla de ruedas. Nada de eso lo ha detenido para formar parte del Equipo Paralímpico de Refugiados en París 2024.  

Amelio Castro es uno de los ocho atletas y dos corredores guía que conforman el Equipo de Refugiados en las Olimpiadas Paralímpicas de París 2024, que se celebrarán entre el 28 de agosto y el 8 de septiembre.

Noticias ONU ha conversado con él para conocer más detalles sobre su trayectoria, que como la todos sus compañeros, es una historia de lucha, superación y fe.

Noticias ONU: ¿Cómo ha sido su trayectoria hasta llegar a formar parte del Equipo Paralímpico de Refugiados?

Mi trayectoria en la esgrima inició en el año 2017. Ha sido un camino muy bonito porque siempre he estado rodeado de muy buenas personas. Con la bendición de Dios, he podido encontrar buenos entrenadores que me han traído hasta este preciso momento.

A la edad de 20 años, en 2012, tuve un accidente de tránsito que me impide la movilidad de las piernas. A mi madre la mataron cuando yo tenía 16. Tuve que afrontar situaciones muy difíciles.

Empecé a orarle a Dios. Siempre digo que lo conocí en el sufrimiento, en el hospital.

Creo que le pasa a todo el mundo; cuando tenemos una situación difícil se nos despierta ese espíritu, esa fuerza interior que nos empuja a superar los obstáculos.

Probé baloncesto en silla de ruedas, pero no me gustó. Luego conocí la esgrima.
Fue realmente por casualidad, pero desde el primer día me sentí muy acogido por el deporte y sobre todo por la gente.

A pesar de que es un deporte de combate, es de mucho respeto, de mucha decencia; creo que todo ese tipo de cosas me gustaron mucho y siempre lo he visto como una respuesta de Dios a mis oraciones.

La esgrima es un deporte individual, y además lo llaman el ajedrez del cuerpo. A mí me gusta mucho jugar ajedrez, entonces creo que fue esa la conexión. Y ya en este deporte, he conseguido obtener una medalla.

El deporte, la alternativa en medio de la violencia

Noticias ONU: ¿Por qué ingresó al mundo deportivo?

Mi acercamiento con el deporte fue pensando en inspirar y en transformar la sociedad. Ver desde la silla de qué modo podía yo ayudar a transformarla. Al principio creía que lo había perdido todo, pero fui dándome cuenta de que había muchas cosas que podía hacer.

Me gusta mucho el trabajo social con los jóvenes. En mi ciudad natal, buscaba transformar la mentalidad de aquellos que crecen en medio de la violencia, para que, a través del deporte, tuvieran otras alternativas.

Más adelante, tuve que huir del país y ahora me encuentro en Italia, donde me han acogido muy bien.

A mi llegada no tenía ni siquiera dónde dormir. Mucha gente me recomendó abandonar el deporte, pero tuve la dicha de conocer al profesor Daniele Pantoni, que desde el primer día me acogió. Me trajo y me presentó acá en el Centro Sportivo Polizia di Stato Tor di Quinto.

Ellos me recibieron prácticamente como una familia. Desde mi país, traía unas bases deportivas, pero debo decir que ellos han pulido ese 10% que yo traje. Creo que ellos lo están tratando de convertir en un 150% a base de mucha constancia y dedicación.

Objetivo: Alcanzar una medalla paralímpica

Noticias ONU: ¿Cuál es su rutina diaria?

Seré el único que participará en la esgrima en los Juegos Paralímpicos con el grupo de refugiados, pero detrás de mí hay un gran equipo que me prepara. Si no tienes detrás un buen entrenador y un gran equipo que te apoya, pues no se logra llegar a donde se quiere.

Por eso, soy muy exigente conmigo mismo y con mis objetivos. Siempre me digo “lo que no te ayuda a ganar, te ayuda a perder”. Soy muy estricto con la alimentación, con el descanso, con la hidratación. Todo debe ser natural. Trato en lo posible de no consumir nada que sea químico.

Mi día inicia siempre muy temprano, dando gracias a Dios y haciendo un poco de introspección. Estoy en un centro de acogida, entonces las condiciones no son las mejores. Al ser una persona refugiada, vivo en un centro donde somos 70, 80, 100, a veces 300 chicos.

No cuento con las condiciones que debe tener un atleta. Sin embargo, yo trato en lo posible de adaptar las condiciones a mi estilo de vida. Trato de desayunar muy bien, después vengo a entrenar. Tengo que hacer un trayecto bastante largo de dos horas para llegar a acá. Una vez aquí, inicio con el calentamiento y lo demás depende de la organización de los entrenadores.

En cuanto a la preparación física, primero hago las lecciones de esgrima, luego un par de asaltos con los chicos y ya después regreso a casa a descansar hasta el otro día.

Me he trazado el objetivo de alcanzar una meta, una medalla paralímpica. Al saber que como refugiado no cuento con las mejores condiciones, yo trato de adaptar lo poco que tengo y aprovechar el buen equipo técnico; porque Italia es un país donde la esgrima es uno de los deportes principales.

En la esgrima, siempre debes estar presente

Noticias ONU: ¿Qué le aporta el practicar el deporte en su día a día?

La esgrima hace parte de mí, porque soy una persona que le gusta mucho hacer introspección y meditación. También soy muy espiritual. Y la esgrima es un deporte mental donde siempre debes estar presente. O sea, si te distraes un momento, perdiste el asalto, porque una milésima de segundo en la esgrima, en la vida normal pueden ser 15 minutos.

Entonces, la esgrima me permite también desarrollar la capacidad de tomar decisiones en lapsos de tiempo muy cortos y que sean decisiones muy acertadas, porque si te equivocas perdiste otra vez.

Pero, sobre todo, resalto esa conexión constante que debo tener con mi persona, para estar. Me ha pasado que mi profesor me dice cuando fallo: “Oye, pero ¿qué pasó? Le digo: “Profe, la mente me dejó solo”. Si no está la conexión de mente y cuerpo, pierdes. Es un deporte de mucha concentración y, sobre todo, disciplina conmigo mismo.

Noticias ONU: ¿Qué diferencias hay entre la esgrima y la esgrima en silla de ruedas?

En mi opinión, creo que no hay mucha diferencia. Los de la esgrima convencional pueden caminar y nosotros tenemos las piernas de vacaciones.

Incluso, nosotros acá en el gimnasio entrenamos mucho con todos los chicos, incluyendo a grandes atletas clasificados en los Juegos Olímpicos de París 2024. Es la misma esgrima solo que se adapta a la silla.

Debemos anclar las sillas en una plataforma por razones de seguridad. Es un deporte de combate donde se tienen muchas precauciones para evitar accidentes.

Un mensaje de resiliencia

Noticias ONU: ¿Tiene algún mensaje para los 120 millones de refugiados que usted y su equipo estarán representando?
Bueno, quiero reconocer a aquellos con discapacidad, porque lo he tenido que vivir en carne propia. Muchos países no están adaptados para recibirnos.

Y a todos, fuerza. Mucha persistencia, mucha resiliencia.

Sobre todo, creo que sería eso, resiliencia, porque no es fácil dejar la familia y tener que estar en un país donde muchas veces es difícil integrarte a la sociedad, donde muchas veces es difícil aprender el idioma y la cultura.

Pero sean persistentes, que con mucha disciplina se puede no solo lograr aprender el idioma, incidir en la sociedad, sino también conformar otra familia y en su momento, incluso traer tu familia al país donde te encuentres y organizarte.

Comparto con muchos chicos que vienen de África; yo los escucho, y pienso que a mí me ha tocado duro, pero a ellos mucho más.

Siempre quedan esos recuerdos, pero creo que también se puede incidir en la sociedad de modo correcto. Entonces, mucha resiliencia con el fin de superar esos retos.

Foto portada: © ACNUR/Elif Gulec

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