Una pareja de enamorados de Países Bajos, un buen día decidieron coger sus bicicletas y emprender una aventura de más de 3.000 kilómetros, Ronan, de 24 años, y su novia Samantha, de 27 años, parten de Tilburg, hacia España el 5 de agosto. Querían llegar a Galicia, conocían por lo que habían leído sobre A Costa da Morte. Llegaron a Ponteceso, continuaron caminando hasta Corme, lo que allí vieron, les enamoró el alma.
A través del traductor del móvil nos íbamos comunicando. Ronan me contó la historia del inicio del viaje. “Salimos con 2 bicicletas y un remolque de bicicleta, pedaleamos 120 kilómetros hasta Mönchengladbach el primer día. Desafortunadamente, nuestras bicicletas se rompieron en la carretera y tuvimos que dejar todo atrás, excepto nuestras 2 mochilas”. Fue un viaje largo, pues se vieron obligados a seguir su ruta, sin sus bicicletas, haciendo autostop durante 3.000 kilómetros, una aventura que duró 3 semanas.
Continúa Ronan contándome “En Mönchengladbach pudimos pasar la noche con dos encantadores alemanes a través de Couchsurfing y nos dejaron en una gasolinera a la mañana siguiente para hacer autostop. Ninguno de nosotros había hecho autostop antes, así que fue un poco difícil, pero después de 3 horas de preguntar a los autos si podíamos viajar, un empleado de la gasolinera nos dejó en Aquisgrán”,
Aunque esta es solo la primera etapa de su larga travesía, finalmente llegaron a Corme Porto, residen en esa preciosa villa marinera. Están en trámites para solicitar la documentación para ser residente y busca empleo para poder quedarse a vivir definitivamente en Corme.
Su sueño de quedarse dependerá de su decisión emprendedora para conseguir establecerse y formar una familia en el municipio de Ponteceso, donde residen y están aprendiendo el castellano, pues su determinación es asentarse y ser vecinos de pleno derecho.
“Ama et quod vis fac” , (Ama y haz lo que quieras).