Futbolista de élite durante años, referente para muchas niñas y leyenda del fútbol español. Ya retirada y miembro de la junta directiva de la Asociación de Futbolistas Españoles, Amanda Sampedro compartió su vida profesional con las futbolistas que participaron en las primeras Sesiones AFE FutFem celebradas en Los Ángeles de San Rafael.
La madrileña contestó a las preguntas de las futbolistas, una actividad en la que por encima de todo relató cómo fue su carrera deportiva, cómo vivió su etapa como futbolista profesional de élite.
Disciplina y valores
Una vez finalizada la carrera deportiva “con lo que te quedas es con la gente que has conocido a lo largo de los años. El día a día, quién ha pasado por tu vida deportiva, los amigos y amigas que te ha dado el fútbol…”, destacó Amanda, explicando que “la rutina siempre me gustó mucho, era una futbolista disciplinada. Me gustaba mantener un estilo de vida para ser mejor futbolista, persona y compañera”.
Preguntada por su vida, cómo era un día normal para ella, explicó sus rutinas, “los entrenamientos, el descanso, la formación, mis entrenamientos personales para rendir mejor y prevenir lesiones, con el objetivo de estar siempre al ciento por ciento para ofrecer lo mejor en el campo”.
Como imagen del fútbol femenino en España durante años, Sampedro considera que “es un privilegio y una responsabilidad que la gente se fije en una. Tienes que dar ejemplo. Los valores del deporte hay que mostrarlos siempre y no de cara a la galería, ejecutarlos a diario. Así es como he ido creciendo… Para mí era más gratificante ayudar a una compañera que ir a mi bola y buscar mi beneficio”.
Responsabilidad
Uno de sus objetivos fue siempre “que mis compañeras estuvieran a gusto y felices en todo momento. Eso siempre ha supuesto una responsabilidad como referente de muchas niñas, algo que es muy bonito”.
Dejó claro la exfutbolista que “no me arrepiento de ninguna decisión, todo ha tenido su recompensa, como por ejemplo sacarme la carrera de Fisioterapia. He renunciado a muchas cosas a nivel personal, pero no me arrepiento de nada de lo que he hecho”.
Significó que “he disfrutado siendo futbolista, aunque en su momento, por ejemplo, mientras amigos y amigas salían de fiesta, yo entrenaba, descansaba o disputaba algún partido”. “Hay que ser constante siempre y luchar a diario, aunque no os apetezca. Así seréis mejores”, dejó claro a las jugadoras.
A los 15 años ya estaba en el primer equipo del Atlético de Madrid y con 31 se retiró defendiendo la camiseta del Sevilla, “16 años en la élite y toda mi vida enfocada a ello. La carrera de deportista es corta y exigente, pero hay que valorarla y disfrutarla”, incidiendo de nuevo en los estudios: “Le doy las gracias a mi madre por apretarme con los estudios. Era duro, había noches en las que dormía cuatro horas porque tenía que estudiar. Fue una etapa muy bonita. Cuando te sacas tu carrera, compaginándola con el fútbol, notas que puedes con todo y que nadie te regala nada”.
“Te refuerza y os animo a que lo hagáis, que sigáis estudiando porque llegar al fútbol de élite es muy difícil”, sentenció, porque “no podemos controlar algo como una lesión o que un club no te quiera y te quedes sin equipo”, porque en una situación así “sientes que no tienes nada… Por ello, y aunque cueste, hay que estudiar. O formarse a nivel laboral directamente, que no dependáis sólo del fútbol, en una palabra”.
Igualdad
Amanda tiene claro que “el fútbol femenino está creciendo, ahora tiene más medios. Pero cuando hablamos de igualdad, hay que ser conscientes de que los hombres nos sacan muchos años de distancia, algo que se ve en todo lo que genera”. Dejó claro que “hablando de igualdad, hay que pelear a nivel de recursos para desarrollar nuestra profesión, tener los mismos que los hombres. Si la Selección Española masculina viaja en chárter, las jugadoras, igual. Eso es lo que hay pelear”.
Capitana en Atlético y Sevilla, Amanda dice que “es bonito, pero supone asumir una responsabilidad. Al final sale sólo lo de luchar por las compañeras o el cuerpo técnico cuando es necesario. Con 18 años lo fui en el Atlético y al final también en el Sevilla. He tenido suerte con las compañeras, por la ayuda que me prestaron siempre”.
Quiso destacar, ya por último, cómo influyeron positivamente en ella muchas compañeras: “Las jugadoras veteranas me ayudaron, me guiaron… Fueron las que me hicieron ver que fuese constante para cumplir mis sueños. Por ello, creo que hay que dejarse aconsejar”, por lo que no duda al afirmar que “la edad es un número. Si tienes un sueño, tienes que ir a por él, tengas los años que tengas. Por ejemplo, en Sesiones AFE han convivido jugadoras que no son mayores de edad con compañeras de casi 30 años”, algo que hay que destacar “porque al final la asociación brinda la misma oportunidad a unas y a otras”.
Amanda Sampedro, una charla necesaria y enriquecedora a las futbolistas de Sesiones AFE
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