Expertos en derechos humanos se han unido a la condena por las explosiones de buscas y radios en el Líbano y Siria, calificándolos de “aterradoras” violaciones del derecho internacional
Los atentados causaron la muerte de al menos 32 personas y mutilaron o hirieron a 3.250, 200 de ellas de gravedad. Entre los muertos hay un niño y una niña, así como personal médico.
Al parecer, los localizadores y las radios se distribuyeron principalmente entre personas presuntamente asociadas al movimiento Hezbolá, que incluye personal civil y militar y está implicado en un conflicto armado con Israel a lo largo de la frontera.
“Los ataques simultáneos con miles de artefactos violarían inevitablemente el derecho humanitario, al no verificar cada objetivo ni distinguir entre civiles protegidos y aquellos que podrían ser atacados por participar directamente en las hostilidades”. “Tales ataques podrían constituir crímenes de guerra”, añadieron
Los expertos instaron a la ONU a llevar a cabo una investigación rápida, eficaz, exhaustiva, imparcial y transparente.