Entre junio y agosto los ataques rusos dejaron 589 civiles muertos y 2685 heridos, un 45% más con respecto a los tres meses anteriores. El día más mortífero fue el 8 de julio, cuando un ataque a gran escala con misiles causó la muerte de al menos 43 civiles. La mayoría de las víctimas se produjeron en territorio controlado por Ucrania.
La ONU no ha podido determinar las cifras exactas de víctimas que dejó la incursión transfronteriza de las fuerzas armadas ucranianas el 6 de agosto en la región de Kursk, por falta de acceso y de información pública.
A 31 de agosto, la Misión de Observación de los Derechos Humanos en Ucrania ha verificado la muerte de 11.743 civiles desde el 24 de febrero de 2022.
Foto portada: © UNOCHA/Dmytro Filipskyy