La Comunidad Valenciana y el Gobierno Central tenían puntual información, vía satelitaria, de lo que estaba ocurriendo con la DANA. Por Julio Asorey

por Julio Asorey

La estrategia a seguir por el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, demuestra que, a día de hoy  se encuentra impactado por sus acciones u omisiones, nombrar a un General del Ejército jubilado es uno más de sus errores, porque el Plan de reconstrucción tras la DANA requiere la implicación de la Comunidad Europea, la Nacional y la Autonómica para la aportación de ayudas a los damnificados y sus bienes, lo que indica que no es un tema dónde Carlos Mazón tenga capacidad propia  para manejarlo con solvencia. Nombrar a un General del Ejército solo sirve para aparentar que pone al frente a un experimentado gestor militar, el cual con su buena voluntad y con más militares en su grupo, poco o nada harán, aunque para gestionar semejante desastre, es obvio que sobran los generales o militares porque lo suyo, es otra cosa. Si la intervención del Ejército de Tierra con maquinaria pesada y la UME eran imprescindibles inicialmente una vez que comenzó el desastre, ahora toca a otro tipo de expertos intervenir y por muchos fondos que se asignen quedan muchos años para lograr que todo regrese a la normalidad.

La Comunidad Valenciana y el Gobierno Central tenían puntual información, vía satelitaria, de lo que estaba ocurriendo con la DANA

Los gobiernos Central y Autonómico no harán investigación propia alguna exhaustiva para comprender mejor las causas del desastre, porque conocen de antemano sus errores. En el  Gobierno Central han dispuesto de los datos del Plan Hidrológico del Júcar satelitariamente y nada han coordinado con el CECOPI de Valencia. Ante el hecho de existir una serie de Planes de Contingencias desde el año 2002 (desconocemos si han hecho ejercicios contra inundaciones en las zonas peligrosas anuales, que siempre se incluyen en dichos Planes contra inundaciones), que han sido vulnerados y desarrollar estrategias para prevenir futuras inundaciones, pasa por lograr que, tanto el Gobierno Central como la Comunidad Valenciana (entre otras), cumplan con las obligaciones asignadas en los Planes de Contingencias por Inundaciones existentes. De nada sirve observar que el CECOPI no ha sido implementado adecuadamente, con destituir a la Directora del Plan y Consejera del Gobierno asignado a otra persona de su mismo nivel de conocimientos,  o nombrar a un General jubilado para gestionar la reconstrucción, tampoco sirve para programar lo que falta  para la reconstrucción necesaria.

Aparentar gobernar, no es gobernar

No se logra absolutamente nada con tratar de aparentar que están gobernando, es fácil entender que lo más honorable por parte del presidente Carlos Mazón, hubiese sido dimitir al instante o pedir ser sustituido por los errores cometidos y formar en Valencia una coalición de partidos políticos que, unidos ante la desgracia se preocupen inicialmente  de sus ciudadanos en lugar de tratar de tumbar al rival político, aprovechando el momento para ocupar su plaza. La burocracia ralentizará la reconstrucción, las ayudas a los ciudadanos y a las múltiples empresas dañadas con los procedimientos a seguir, tanto por parte del consorcio de Aseguradoras como por las normas europeas, son como una pesada losa  insalvable que requiere gran voluntad por parte de todos.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, debió de asumir  el mando ante la catástrofe «climática»

Es evidente que hay que  reconstruir e instalar las canalizaciones dañadas, la electricidad de forma segura, todo lo que va bajo tierra (alcantarillados ,etc..), antes de restaurar las viviendas, lo cual supondrá varias décadas y no es fácil que los daños económicos sean amortizados a corto plazo. La estrategia de Seguridad Nacional, de acuerdo al Real Decreto 1150/2021, dónde se relata la implantación de un sistema de alerta temprana publicado en el BOE podría hacernos creer que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, debió de asumir  el mando ante la catástrofe «climática», pero sabemos que ha preferido viajar a Asia a pesar de conocer de antemano que AEMET había advertido 5 días antes del desastre  de la existencia en el Sudoeste de España de una DANA semi-estacionaria, que previsiblemente se iba a dirigir hacia el Sudeste de España y la cuenca Mediterránea.

Los Ministros del Gobierno Central de Medio Ambiente e Interior dispusieron de los datos exactos del sistema COPERNICUS europeo desde antes de producirse el desastre.

Desde el año 2002  y en sucesivas publicaciones, tanto el Gobierno de la Comunidad Valenciana, como la Cuenca Hidrográfica del Júcar, disponían de la información detallada de los proyectos en cuanto a las zonas inundables como del Plan Territorial contra Inundaciones, lo que sirve para conocer que el «Director del Plan» recibe la información hidrológica en tiempo y forma y la información meteorológica de AEMET, con sus alertas son la advertencia para poner en marcha el Plan contra inundaciones, que se ha implementado el 29/octubre en pleno desastre  de modo atípico sin coordinación alguna como es demostrable. Los Ministros del Gobierno Central de Medio Ambiente e Interior dispusieron de los datos exactos del sistema COPERNICUS europeo, pudiendo comprobar que el nivel del agua en la cuenca del Júcar aumentaba en las presas y sus drenajes aumentaban los cauces de los ríos que se desbordaban. Nadie ha evaluado el peligro correctamente ni han reaccionado a pesar de existir medios y datos para adelantarse al desastre, lo que nos permite afirmar que sin que exista un «mando único» como máximo responsable que sea experto en estos temas, nos veremos abocados a ver repetida la historia.

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