El Partido Animalista PACMA ha condenado la decisión del Comité del Convenio de Berna del Consejo de Europa de rebajar el nivel de protección del lobo. Esta medida, que modifica el estatus del lobo de «estrictamente protegido» a «protegido», facilita la flexibilización de las normativas para su caza, lo que deja a la especie más expuesta a intereses económicos y políticos, especialmente de los sectores ganadero y cinegético.
PACMA ha señalado que este cambio, al trasladar al lobo del Apéndice II al Apéndice III del Convenio, supone un «grave retroceso en su conservación», ya que permite a los países europeos adoptar medidas más permisivas que podrían aumentar las capturas de este emblemático depredador. Esta decisión afecta a los 20.300 lobos que habitan en Europa.
A este respecto, PACMA ha pedido al Gobierno español que mantenga la protección del lobo ibérico y no ceda a las presiones de sectores privados ni comunidades autónomas, como Galicia, donde el Parlamento ha aprobado una proposición no de ley que insta al Gobierno a retirar al lobo del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre) y del Catálogo Español de Especies Amenazadas.
En España, el consejero de Medio Ambiente de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, ha reiterado su apoyo a la flexibilización de la protección del lobo después de haber lanzado un informe que vende un «incremento exponencial» de la especie en la Comunidad, aunque este no arroje más de un 0,8% de crecimiento anual, habiendo siendo realizado el estudio en época de cría y zonas limítrofes con otras Comunidades Autónomas.
PACMA ha criticado duramente esta postura, recordando que contradice las recomendaciones de expertos en conservación, como los científicos de la Iniciativa de Grandes Carnívoros de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), quienes han expresado su preocupación por este cambio de rumbo, calificándolo de «injustificado» desde el punto de vista científico y contrario al principio de basar las decisiones sobre conservación en evidencias sólidas y no intereses políticos.
El Partido Animalista ha destacado que el lobo es una especie clave para el equilibrio de los ecosistemas y que su caza no está justificada ni por un aumento significativo de los daños al ganado ni por riesgos para la seguridad pública, como han señalado los propios expertos de la UICN.