Rafael Louzán se encuentra en un doble escenario, al poder dar el salto a la RFEF para dirigirla o quedarse en la RFGF siendo posiblemente el Vicepresidente Primero con el extremeño Merchán. La cuestión es que en esa cuadratura, podría ser factible que, renunciando a la RFGF, no pudiera tener después efecto retorno en caso de caer en el proceso. A nivel jurídico están viendo todas las posibilidades.
En el caso de quedarse con plenos poderes en la RFEF, se abriría aquí el proceso sucesorio, teniendo en cuenta que algunos de sus escuderos más fieles como Jose Luis Serantes o Amancio Varela, marcharían para la RFGF, al igual que algunas personas del núcleo duro de la actual estructura técnica de la RFGF. Con estas personas descartadas de la ecuación, algunos otros dirigentes, como Fernando Iglesias de Vigo, Jose Manuel Fernández de Pontevedra o Juan Villamisar de A Coruña, también estarían más que descartadas, ya que hacen labores concretas de representación en su territorio.
El ferrolano Pablo Prieto puede ser otra persona con peso en el organigrama de una futura RFEF en el Fútbol Sala, manteniendo su estatus actual en la RFGF, además de ser Diputado autonómico en el Parlamento de Galicia, con lo que muy difícil que quiera perder algunas cuestiones de su situación actual. El lucense Carlos Méndez, con mejor perfil que varios de los anteriormente mencionados, ocupa un importante cargo en el ámbito privado y es complejo que pueda dar ese paso adelante. De los actuales delegados federativos, ninguno da un perfil de proyección a ese nivel por el momento y el Secretario General, Diego Batalla, tampoco aúna ese consenso ni se va a meter en ese rol al estar al abrigo de su actual cargo.
En consecuencia, no es descartable que Louzán y especialmente el PP gallego, tengan que buscar un relevo fuera de la actual Junta Directiva de la RFGF, que además tenga el beneplácito del propio Rafael Louzán, con lo que ya decaería de esas hipótesis la Presidenta del Pontevedra, Lupe Murillo, al no ser afín al ribadumiense y por sus múltiples proyectos empresariales y deportivos. En la provincia de Pontevedra, con un entorno federativo bastante veterano, no aparece un relevo sencillo, con lo que las miradas pueden estar puestas en otras de las provincias. Tradicionalmente, el conflicto de bloques entre el norte y el sur, entre A Coruña y Pontevedra, con alternancia en el poder en los últimos presidentes, podría jugar a favor de un nombre de las provincias de Ourense o de Lugo. ¿Qué opciones se podrían plantear? Dentro de esas posibilidades, los equilibrios políticos entre las provincias pueden jugar una baza fundamental.
Rafael Louzán salió elegido presidente de la RFGF gracias al cambio de voto de los representantes de Ourense, fue Núñez Feijóo el que llamo al presidente de la Diputación de Ourense, José Manuel Baltar, este se comunicó con los delegados para que cambiaran el voto a favor de Rafael Louzán. Un juego de trilerismo político, Baltar le había prometido a Liñares, que los votos de Ourense apoyarían su candidatura. Es hora de que si produce el relevo en la RFGF no sea un político, aunque el fútbol patrio se ha convertido en un Zoco de mercaderes donde lo único que les interesa a los dirigentes es la poltrona y sus buenos dividendos, el resto, se lo pasan por el arco de triunfo.
¿Dónde está la acción del Gobierno que habían prometido regenerar e higienizar el deporte de chamarreros sobre todo, el fútbol? Como la canción de Julio Iglesias…La vida sigue igual.