La denominada Visión de la Agricultura y la Alimentación, presentada en los pasados días en Bruselas y Madrid por miembros de la Comisión Europea reconoce que la retirada masiva de fitosanitarios en la agricultura sin que haya alternativas puede afectar a la capacidad de la UE para garantizar la producción de alimentos.
El gobierno europeo estudiará detenidamente cualquier nueva prohibición de plaguicidas si aún no se dispone de alternativas. Son cada vez más los sectores europeos que estiman que la carencia de productos fitosanitarios ya está causando un problema grave en las explotaciones agrícolas y ganaderas, una coyuntura ya denunciada hace años por asociaciones del sector primario como la española FEPEX.
Dentro de los fitosanitarios se incluyen los herbicidas, insecticidas, acaricidas, bactericidas o fungicidas. Su función es eliminar o menguar el efecto de plagas o sustancias nocivas sobre todo en el agro.
La Comisión Europea explica en su documento que la reducción de plaguicidas nocivos es importante tanto para la resiliencia a largo plazo de la agricultura en la UE como para la protección de la naturaleza y la salud.
Sin embargo, la introducción de alternativas en forma de productos biológicos o fitosanitarios innovadores de bajo riesgo no ha seguido el mismo ritmo que la retirada de las sustancias activas del mercado de la UE. Si esta tendencia continúa, puede afectar a la capacidad de la UE para garantizar la producción de alimentos. La Comisión presentará a finales de año una propuesta que acelere el acceso de los bioplaguicidas al mercado de la UE.
¿Qué es un bioplaguicida?
A diferencia de algunos abonos orgánicos o inorgánicos, los bioplaguicidas son sustancias de origen biológico utilizadas para el control de plagas y enfermedades en las plantas. A diferencia de los plaguicidas químicos convencionales, los bioplaguicidas provienen de fuentes naturales como plantas, bacterias, hongos y ciertos minerales.
El nim, el tabaco, el ajo, la cebolla, la citronela, la jatropha , son fuentes potentes de biopesticidas que ya se comercializan en Europa. También se han aislado diferentes especies de Trichoderma, Bacillus sp., etc. con potente actividad antimicrobiana para las fincas.
Menos tóxicos
Los bioplaguicidas son menos tóxicos que los pesticidas convencionales. Los biopesticidas generalmente afectan sólo a la plaga objetivo y a organismos estrechamente relacionados, algo radicalmente diferente de los pesticidas convencionales de amplio espectro que pueden afectar a organismos tan diferentes como aves, insectos y mamífero
Para colectivos del sector primario como FEPEX esa falta efectiva de recursos para acabar con las plagas y producir de forma eficaz y segura está impulsando, entre otros aspectos, cambios de planteamientos productivos y una tendencia a la reducción de la producción alimentaria en el espacio de la UE.