Fran Beltrán no está viviendo el inicio de temporada que muchos esperaban en el RC Celta. Tras siete años siendo uno de los jugadores fijos de la plantilla, el centrocampista madrileño se encuentra ahora en un escenario totalmente distinto, con menos minutos, más competencia y un futuro abierto en la que puede ser su última campaña como celeste. La situación no deja indiferente a nadie, ni dentro ni fuera del vestuario.
Un referente que pierde protagonismo
Desde su llegada en Vigo en 2018, Beltrán se había acostumbrado a ser uno de los nombres que aparecía siempre en las alineaciones. Este año, sin embargo, todo ha cambiado. En los primeros cuatro partidos de Liga solo ha jugado 74 minutos, repartidos entre dos encuentros, uno saliendo de inicio y otro desde el banquillo.
En los dos últimos encuentros, incluido el que midió al Celta contra el Villarreal, no pasó del banquillo. Es cierto que arrastraba algunas molestias físicas, pero aun así sorprende verle tan apartado. Mientras tanto, jugadores como Moriba o Hugo Sotelo han ido ocupando su sitio en la medular, respondiendo a la confianza del técnico Claudio Giráldez.
Juventud y competencia interna
La irrupción de los jóvenes, con la energía y la ambición de ganarse un hueco, ha subido el nivel de competencia en el centro del campo. Para un jugador que llevaba tantos años siendo titular indiscutible, la situación resulta nueva y exigente.
Moriba y Hugo Sotelo, entre otros, están aprovechando cada minuto, y eso obliga al madrileño a redoblar esfuerzos si quiere volver a hacerse un hueco. En las gradas y en los medios ya se empieza a especular con su futuro si la dinámica no cambia, algo que añade todavía más presión a su día a día y a las apuestas online de cada partido.
Histórico celeste y peso específico en el equipo
Aun así, conviene no olvidar todo lo que ha dado Beltrán al Celta. Más de 230 partidos en Primera División lo avalan, y si contamos todas las competiciones se va por encima de los 250 encuentros. En las últimas temporadas siempre ha rondado o superado la treintena de partidos, lo que habla de su regularidad y compromiso. Y aunque ahora no sea el primero en la lista del míster ni de las casas de apuestas, su experiencia y su papel en el vestuario siguen siendo muy importantes.
Años finales de contrato y futuro todavía abierto
El tiempo también juega en su contra; esta es la última temporada de contrato de Fran Beltrán con el Celta. Por ahora no hay noticias de renovación y eso genera dudas sobre lo que pasará más adelante.
¿Conseguirá darle la vuelta a la situación y ganarse una continuidad en Balaídos? ¿Aceptará un rol más secundario si el entrenador se lo pide? ¿O terminará buscando nuevos retos lejos de Vigo? Preguntas que, de momento, no tienen respuesta.
Apertura al análisis de rendimiento y expectativas futuras
Si volvemos la mirada más allá del club, lo que está viviendo Beltrán es, en cierto modo, un punto de inflexión. Por primera vez desde que llegó al Celta, no es el dueño del mediocentro. Entre la competencia interna, la juventud y el enfoque renovador del técnico, su papel está en el aire.
De ahora en adelante, los minutos que acumule y el rendimiento que ofrezca marcarán no solo su temporada, sino probablemente el rumbo de su carrera. Para muchos analistas, su situación es también un recordatorio de lo cambiante que puede ser el fútbol, donde nada está escrito y todo puede variar en cuestión de semanas.
Foto portada: RCCV
