Cada 14 de septiembre, la Iglesia Universal conmemora la Exaltación de la Santa Cruz, un momento de profunda reflexión y veneración que recuerda el sacrificio de Jesucristo en el madero de la Redención. En nuestra localidad, esta importante festividad ha sido celebrada con solemnidad en la Capilla de San Gregorio, ante la presencia de nuestros Amantísimos Titulares.
Durante la ceremonia, se celebró la Santa Misa correspondiente a la festividad, enmarcada por un acto especialmente significativo: la bendición del nuevo Vía Crucis de la Ermita, realizada por nuestro párroco, D. José María. Este Vía Crucis consta de catorce óvalos de mármol, cada uno con una cruz central, representando las estaciones del camino de la Cruz. La obra ha sido posible gracias a la generosa donación de la familia Márquez Cazorla, a quienes el párroco expresó su más profundo agradecimiento.
Tras la bendición, se realizó la solemne veneración del Santo Lignum Crucis, acto que culminó con la interpretación del Himno a la Vera-Cruz, reafirmando la devoción de los fieles y la comunidad hacia este símbolo de fe y redención.
La festividad de la Exaltación de la Santa Cruz invita a contemplar aquel madero sagrado, en el que nuestro Salvador vertió su preciosísima sangre, como una puerta abierta al misterio del amor divino derramado sobre la humanidad. En el siglo IV, la emperatriz Santa Elena, madre del emperador Constantino, halló en Jerusalén el madero donde murió el Hijo de Dios. La reliquia permaneció en la Ciudad Santa hasta que, en el año 614, fue sustraída por los persas como ‘trofeo de guerra’. Posteriormente, el emperador de Oriente, Heraclio, la restituye, retornando así a Jerusalén el 14 de septiembre de 628. Desde entonces, la Iglesia celebra cada año esta solemnidad litúrgica, que nuestra Hermandad se honra en compartir con la comunidad.
Proclamemos jubilosos el triunfo de la Cruz y adoremos fervorosos el sacrificio en que se inmoló Jesús. Como nos dice el Señor: “Toma tu Cruz y sígueme”. Con Él, asumimos nuestra cruz, llevando con amor y devoción esta dulce carga.
