Las nuevas tendencias en moda para hombre marcan las prendas y los diferentes estilos para vestir en este invierno
Estar a gusto con uno mismo está muy por encima en las prioridades contemporáneas del qué dirán los demás. Y es que, en muchos aspectos, la satisfacción con cómo nos vemos en el espejo y el hecho de transmitir exactamente lo que queremos se relaciona con una mayor seguridad en nosotros mismos, con la explotación al máximo de nuestro talento y, en definitiva, con la mejor versión de nosotros mismos. En una sociedad que cada vez se mueve a una mayor velocidad y con unos gustos cambiantes y nada estáticos hemos relativizado la influencia de las estaciones, pero en ciertas latitudes y en muchos casos, como es el español, es imposible no caer ante los dictados de la climatología. Por más que el cambio climático se empeñe en extender el verano, de que cada vez haga menos frío o de que seamos incapaces de predecir el tiempo que hará mañana en determinado punto geográfico, hay una realidad incuestionable e incontestable: el invierno ya está aquí.
Eso sí, en muchos sentidos debemos entender invierno, en su versión moderna, como la falta de verano. Y en el caso de la elección de las prendas que nos ponemos y con las que vamos a convivir durante unos cuantos meses. La reordenación del armario no implica necesariamente el abandono de las prendas de verano, sino que todas las capas de ropa que nos vamos a poner por encima pasan a ser nuestras nuevas compañeras de viaje. La evolución de las tendencias y el refinamiento de las líneas, con unos estilos cada vez más eclécticos, provocan que la moda hombre en tiendas como Springfield ya no sea cuestión de sacos enormes o prendas de difícil combinación, sino que marcan estilo de por sí.
Por ejemplo, los chalecos para hombre son un complemento atemporal que nos puede salvar de momentos frescos, pero también nos puede marcar un toque diferencial elegante, personal y con mucha clase. Acolchados, con cuello, con capucha o simplemente como una versión más primaveral de un jersey de punto son prácticamente una apuesta segura. Lo mejor de todo es que la internacionalización del chaleco y su carácter transversal ha abandonado viejos prejuicios sobre su utilización y actualmente es perfectamente flexible para todas las edades. Igualmente, transversal es su segmento de precios, lo que lo convierte en un producto por una parte accesible y por otra que permite combinar diferentes estilos para variar a lo largo de la semana según el outfit deseado.
Si el chaleco manda un mensaje de formalidad, una prenda que ha logrado su propia identidad y ha modificado la percepción con el paso de los años son las sudaderas para hombre. Olvidado en tiempos pretéritos queda la asociación entre sudadera y la práctica del deporte. ¿Quién no conoce cómo en su día Lady Di hizo viral e icónica la famosa prenda de Harvard? No existe asociación, fraternidad, club deportivo o entidad que no haya hecho de las sudaderas un aspecto diferencial y de pertenencia. Las sudaderas ganan adeptos hasta en las zonas de marcha, donde el aspecto más refinado como pueden ser las prendas de rugby, así como las básicas, las slow down o las de cuello redondo, nos hacen dar una imagen de modernidad sin perder la informalidad. Se han hecho inmortales en el cine, pero también en los posters y las promociones de grandes artistas. El límite y las fronteras lo ponemos nosotros acerca de cuánto queremos improvisar y arriesgar con el diseño elegido. Lo que es seguro es que siempre estaremos estupendos y a la moda. Además, para tratarse de una prenda de invierno, su función de abrigarnos en días no extremos la cumple a la perfección.
Finalmente, todo outfit o estética tiene una guinda del pastel, y es imposible hablar de ropa de invierno sin referirnos a las cazadoras de hombre, un must que requieren muchos puntos de nuestra geografía para días extremos. Cuánto de extremos y de protectores queremos ser es un punto que debemos marcar nosotros, porque incluso dentro del mundo de las cazadoras existen diferentes tipos de niveles. De efecto ante, bombers, acolchadas, cardigans… existen tantas variantes como días tendrá el invierno. Lo que es cierto es que es la capa principal y la primera en verse, y la que debe llevarse con más personalidad. Por ejemplo, es el caso de Liam Gallagher, cantante de Oasis, al que incluso los no habituados a la música de los hermanos de Manchester relacionan con una parka. Se trata de sentirnos cómodos y protegidos, pero también de hacerlo con estilo muy personal.
En definitiva, sean cuales sean nuestras necesidades y gustos de cara al invierno, existe una variable para cada uno de nosotros. No sólo se trata de no pasar frío, sino de hacerlo con la mayor elegancia y estilo posible, lo que nos permita estar a gusto con nosotros mismos.