La Ley de Segunda Oportunidad es un mecanismo legal que permite librarse de las deudas o gran parte de ellas a cualquier trabajador
El objetivo de esta Ley de Segunda Oportunidad no es otra que ofrecer una vía de escape a aquel que probadamente ha sido un buen pagador, pero que en la actualidad está viviendo un bache económico, lo cual no quiere decir que una persona física se vaya a librar con cierta ligereza de unos pagos que debe asumir, ya que esta ley también protege los derechos de cobro de los acreedores.
Esta nueva ley no tiene nada que ver con acudir a un concurso de acreedores, ya que este nuevo mecanismo de segunda oportunidad se ajusta más a sus intereses y constituye un instrumento ideal para atravesar una situación apurada y así tu mismo podrás hacer la gestión de ley de segunda oportunidad.
De esta manera, al intentar salvar en la medida de lo posible el cobro y no descuidar los intereses del individuo esta ley cumple una doble función. No obstante, no está al alcance de cualquiera y para poder acogerse a ella se han de reunir una serie de condiciones que detallamos a continuación:
-Tiene que existir una justificación que pruebe que el deudor no cuenta con el patrimonio suficiente para hacer frente a sus deudas.
-La cantidad adeudada no puede superar los cinco millones de euros.
-Las deudas deben haber sido contraídas actuando de buena fe. Este concepto es muy amplio y da pie a nuevas premisas que han de cumplirse para tomar una decisión.
Aparte de estos tres puntos, es imprescindible que el deudor actue de buena fe, es decir:
-Lo primero y más importante es ser sinceros y honestos como deudores con la información que hemos facilitado. Esta información tiene que ver con los gastos e ingresos que tenemos, así como del patrimonio y las deudas.
-Si, durante el procedimiento, el deudor recibe una gran cantidad de dinero de forma inesperada, deberá comunicarlo. Esto es así porque, al haber variado su situación económica, puede modificar el curso del procedimiento. La herencia suele ser el caso más habitual en este sentido.
-Durante todo este procedimiento estarás protegido por la Ley. Esto implica que no aumentarán tus deudas ya que los intereses quedarán paralizados. Por otro lado, el deudor no podrá pedir una nueva financiación o un nuevo préstamo durante este proceso.
-El deudor tampoco podrá comprar o vender bienes salvo que se tenga el consentimiento del mediador concursal y el juez. En caso de que se necesite por su actividad económica, se podrá conseguir la autorización judicial pertinente.
-El deudor no podrá haber rechazado una oferta de empleo adecuada en los últimos 4 años.
-El deudor no podrá haber acudido a la Ley de la Segunda Oportunidad en los últimos 10 años.
Sabiendo todo esto, y teniéndolo claro, solo queda asesorarse por un abogado y acabar con esos problemas de cabeza que producen las deudas contraidas.