Seis décadas en los cimientos de la construcción gallega sitúan a la empresa como una de las más sólidas, al igual que las construcciones de las que ha formado parte
Se sitúa entre las credenciales de toda empresa una acreditada trayectoria, en la que se manifieste una hoja de servicio avalada no solamente por la profesionalidad, sino también por la satisfacción de una cartera de clientes fiel a lo largo de los años. En el caso de tratarse de décadas parece que podemos hablar de uno de los mejores testimonios posibles, y también de un hito que, en la cambiante situación económica actual, aumenta el mérito de quienes lo hacen una realidad. Por lo tanto, en caso de Francisco Ferrol, con sesenta años de experiencia, se puede hablar de una institución y parte del patrimonio empresarial de una comunidad, la gallega, de la que sin hablar en sentido figurado puede decirse que forma parte desde los cimientos.
Se trata de una empresa de fabricación de bloques de hormigón con sede en As Antes, en el coruñés ayuntamiento de Santa Comba. Acreditada su experiencia de seis décadas, y con una hoja intachable de trabajos completados, puede definirse su actividad como la fabricación bajo pedido de bloques de hormigón clásicos en diferentes formatos y medidas, que se utilizan principalmente para la fabricación de naves industriales, edificaciones agrícolas o cerramientos de fincas ganaderas, si bien se encuentra en pleno proceso de apertura y diversificación de negocio, con la cobertura de tipologías de bloques con acabados distintos y más personalizadas, tanto en formas como en colores, así como en su composición, para alcanzar a un público interesado en utilizar los bloques para construcción, edificios o cerramiento de fincas de chalets.
Francisco Ferrol no solamente es una empresa de referencia en la construcción tipo galpón o granja, sino que de su fábrica salen también materiales de calidad para la construcción de viviendas, así como usos para los que seguramente no sería la primera idea en la cabeza de quien piense en un bloque de hormigón. Por ejemplo, el almacenamiento de botellas de vino.
Se trata de una producción a la carta y bajo demanda de una clientela acostumbrada a repetir y a la confianza en una producción con maquinaria hecha a medida, especializada para la fabricación de bloques y que acepta el desafío de grandes volúmenes de negocio y de producción. Se necesita para esta tarea de un número muy limitado de materias primas, con lo que el número de proveedores es reducido y cuenta con una relación basada en la solvencia, al igual que con sus clientes.
Pero, sobre todo, y a pesar del volumen de negocio y de trabajo, no es necesario contar con un gran equipo en cuanto a número, que sí en cuanto a cualificación, por lo que después de 60 años cimentando Galicia no ha perdido ni un ápice de su condición original de empresa familiar y basada en las relaciones familiares. Y eso, a pesar de ser capaz de dar salida a una producción de entre 60 y 70 pallets diarios, con 114 unidades por pallet.