El senador de VOX, Fernando Carbonell, denuncia que «se ha dado todo el peso al aspecto medioambiental de forma irracional y anticientífica»
VOX ha defendido la necesidad de «poner en el lugar que se merece» al sector pesquero español. Una actividad que tiene que pasar una «odisea» para cumplir «las leyes y Reglamentos impuestos» que son «uno de los mayores desincentivos para los pescadores y las nuevas generaciones». «El primer problema que se encuentra un día laboral un pescador de la costa mediterránea es si la ley le permite salir a faenar ese día. Las restricciones europeas han acotado mucho su medio para ganarse la vida», a lo que se suma «el elevado coste del gasóleo pesquero, y el riesgo y la incertidumbre propias del trabajo en el mar: no se puede asegurar si la inversión se podrá rentabilizar durante la jornada».
El senador de VOX, Fernando Carbonell, se ha referido también a la obligada reducción de la flota, las restricciones y vedas de pesca en nuestros caladeros, las cargas añadidas que suponen la incorporación de nuevas especies protegidas, la prohibición de la pesca de arrastre, o los Totales Admisibles de Capturas (TAC), que ha calificado de «injustos». Unas condiciones, que ha dicho, son responsables de que no haya relevo generacional: «El 70% de los trabajadores del sector pesquero tiene más de 40 años, y el 33% más de 50 años».
Y es que «la adaptación de nuestras leyes nacionales a la política pesquera comunitaria ha consistido en incrementar de autoritariamente la inspección y el control, poniendo en peligro la actividad y olvidándose de apoyar la gestión». En definitiva, se ha dado todo el peso al aspecto medioambiental, «de forma irracional y anticientífica», por lo que «se ha roto el equilibrio socio-económico y se ha renunciado a la soberanía alimentaria», ha señalado.