ASFASPRO, AUME, UMT y APROFAS obligaran al Ministerio de Defensa a debatir la actuación retributiva de las Fuerzas Armadas

por Redacción Nacional

El pasado 20 de marzo el Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas celebró un Pleno Extraordinario sobre Retribuciones en el que el Ministerio de Defensa reconoció que no había elevado ninguna propuesta de mejora de retribuciones al Ministerio de Hacienda. El menosprecio de la ministra de Defensa Margarita Robles hacia su personal llegó al extremo de que, en lugar de acudir a un órgano que preside, visitó el Archivo del Servicio Militar en Guadalajara en esa misma mañana, demostrando lo poco que le preocupa el bienestar del personal militar. Resulta paradójico que no encuentre tiempo para ocuparse de las retribuciones de los militares, pero sí para decir que se muestra orgullosa de las FAS como hizo el pasado día 21 en la repatriación de un español desde Tailandia.

Cuatro asociaciones profesionales con representación en el Consejo de personal de las Fuerzas Armada (ASFASPRO, AUME, UMT y APROFAS) no están dispuestas a que el Ministerio de Defensa mire hacia otro lado ante la grave situación de las retribuciones del personal militar (como calificó la Comisión de Defensa del Congreso) y han solicitado otro pleno extraordinario, el cual la ministra está obligada a convocar para tratar lo solicitado por las asociaciones: debatir la propuesta de adecuación retributiva, presentada por estas asociaciones, así como saber las intenciones de la ministra Robes de cara a los próximos Presupuestos Generales del Estado. ¿Asistirá esta vez o se inventará otra excusa para dejarnos tirados?

En un momento en que se están aprobando partidas presupuestarias para armamento y material de Defensa, y en el que otros ministerios están aumentado el salario de sus empleados públicos, sin tener presupuestos para este año 2024 no es de recibo que no se destine ni un euro a dignificar las nóminas más austeras de toda la administración, las que perciben los militares, los mismos que llevan años denunciando su mala situación económica y laboral, que la mayoría de los grupos parlamentarios reconocen. Resulta, por parte de la Ministra Margarita Robles, un desprecio sin igual hacia un personal que viene resolviendo todo tipo de crisis con esfuerzo y profesionalidad, y así se ha visto cómo los militares hacían de todo durante la pandemia, han estado en primera fila neutralizando los efectos de nevadas, incendios, inundaciones, terremotos e incluso en la erupción del volcán de La Palma, sin olvidar el transporte y lanzamiento de ayuda humanitaria en Gaza y la repatriación aérea de enfermos muy graves.

Los efectos de este maltrato económico y laboral ya se están notando: el número de militares en filas no ha dejado de disminuir en los últimos años. El hecho de que a los militares se les exija mucho y se le compense con muy poco, hace nada atractiva la profesión militar y ello repercute en la baja ratio de aspirantes a militar. Y los que están se quieren ir.

Comparte éste artículo
Escribe tu comentario