Miguel Lamas. Miembro de la dirección de la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional (UIT-CI)
El Estado sionista genocida de Israel prosigue con sus ataques criminales en Gaza y en las últimas semanas también en Cisjordania. Es fundamental extender la gran movilización mundial en apoyo a la heroica resistencia del pueblo palestino contra este genocidio, contra una ocupación de sus territorios históricos que ya lleva más de ochenta años.
Cuando está cerca de cumplirse un año de la invasión genocida a Gaza, con más de 41.000 muertos, 10.000 desaparecidos bajo los escombros de casas bombardeadas y 90.000 heridos palestinos, la mayoría mujeres y niños, Estados Unidos y sus aliados europeos de la OTAN siguen dando decenas de miles de armas y bombas a Israel para que continúe su genocidio. Y esto continúa, pese al enorme repudio popular en la mayoría de los países europeos y en Estados Unidos, donde diferentes encuestas indican que el 60% de la población se opone a seguir enviando armas a Israel.
Sólo Gran Bretaña, con un nuevo gobierno laborista cómplice de Israel pero sometido a una gran presión popular, suspendió el envío de parte de las armas. El ministro de Relaciones Exteriores, David Lammy, afirmó que el gobierno del Reino Unido concluyó que existe un “riesgo claro” de que “algunos artículos” puedan utilizarse para “cometer o facilitar una grave violación del derecho internacional humanitario” en territorio palestino.
Israel fue fundado hace setenta y seis años con migrantes, expulsando a los palestinos de su tierra, como un enclave militar al servicio de intereses estratégicos del imperialismo, en primer lugar el yanqui, para tener control sobre el petróleo y rutas comerciales, en el corazón de Oriente Medio.
Pero también otros países imperialistas como Rusia y China mantienen relaciones con Israel. En el caso de Rusia le siguen vendiendo petróleo.
Tampoco los gobiernos capitalistas árabes, que son dependientes de uno u otro imperialismo, pese a que criticaron a Israel y pese a que la gran mayoría de sus pueblos son solidarios con los árabes palestinos, no han tomado medidas contra Israel. Incluso Arabia Saudí, Egipto, Irak y Emiratos Árabes Unidos también le venden petróleo. Otros que incluso sufrieron ataques armados de Israel para matar palestinos, como Siria, Líbano e Irán (no es un país árabe pero afirma estar contra el Estado de Israel) no tomaron medidas de apoyo real al pueblo palestino, ni siquiera un bloqueo económico. La única muy importante excepción son los árabes hutíes de Yemen que mantienen bloqueado el Mar Rojo, por donde pasan gran parte de las mercaderías que van desde Asia a Israel o Europa, en apoyo al pueblo palestino. Y por eso los hutíes de Yemen sufrieron ataques aéreos de Estados Unidos, Gran Bretaña e Israel.
Todo esto muestra la enorme importancia de la solidaridad popular mundial que es lo que realmente ha golpeado a Israel. Si bien no logró suspender el envío de armas, excepto el caso de Gran Bretaña, está provocando crisis en los países imperialistas, en Estados Unidos y Europa. Por eso el reclamo de Estados Unidos y del Consejo de Seguridad de la ONU de un “cese del fuego” y negociación para terminar con la guerra. Algo a lo que el gobierno de Netanyahu se niega, pero que también le provocó una crisis interna a Israel con paro general y manifestaciones masivas exigiendo un cese del fuego para liberar a 97 “rehenes” israelíes en Gaza.
Esta solidaridad mundial con el pueblo palestino tuvo una enorme magnitud, sólo comparable con las movilizaciones de hace medio siglo contra la invasión yanqui a Vietnam. En mayo los estudiantes ocuparon la mayoría de las universidades de Estados Unidos en solidaridad con Palestina; fueron arrestados miles de estudiantes. También en toda Europa hubo grandes manifestaciones estudiantiles.
Aunque las manifestaciones disminuyeron en el verano europeo y norteamericano, ahora están volviendo, y con fuerza. En el Estado Español la central obrera CGT con fuerza en Cataluña está convocando a un paro general para el 27 de septiembre.
Desde la UIT-CI llamamos a redoblar esta movilización mundial. Hoy la causa palestina es la causa de los trabajadores y pueblos oprimidos del mundo. Si el imperialismo no es enfrentado en su actual genocidio en Gaza, mañana podría invadir y masacrar en cualquier país que no se someta a su explotación multinacional.
Reclamamos a los gobiernos del mundo que rompan relaciones diplomáticas, políticas, económicas, militares y culturales con Israel ¡Basta de enviar armas! ¡Basta de financiar el genocidio! ¡Basta de muertos por hambre y enfermedades! ¡Apertura ya de las fronteras para el ingreso de la ayuda humanitaria! ¡Fuera Israel de Gaza, Cisjordania y toda Palestina! ¡Por una Palestina única, laica, democrática y no racista! ¡Viva Palestina libre del río al mar!