Un término que nació en el año 2008, de la mano de Jeff Hammerbacher y D. J. Patil, responsables de analítica y datos de Facebook y Linkedin. El Big Data es un concepto que ha arraigado no solo en la tecnología moderna, sino también prácticamente en el día a día de la sociedad contemporánea.
Su propuesta conforma una serie de soluciones que se utilizan en entornos tan dispares como la medicina o la banca. Aseguradoras, centros de investigación, tiendas online, empresas de todo tipo recurren a la ciencia de los datos en los tiempos que corren, y eso es precisamente lo que está haciendo que la demanda de profesionales en este campo se dispare.
Sobre todo porque, a diferencia de cuando empezó a dar sus primeros pasos, el Big Data ya no es solo algo que se utilice en empresas multinacionales que manejen inmensos volúmenes de datos. Desde su concepción hasta la actualidad, ha ido evolucionando hasta el punto de ser útil incluso para las pequeñas y medianas empresas.
Ese es el principal motivo por el que la cantidad de personas interesadas en ver formación en Big Data para especializarse se está disparando. No es una afirmación baladí. Solo en 2018, se solicitaban ya más de 6.000 puestos en todo el panorama español, y las predicciones hablaban de un incremento interanual de más del 20%. No se equivocaban, en 2020 se buscaban más de 9.000 profesionales solo en el país y a pesar de la pandemia.
Se buscan en toda clase de sectores, aunque no de la misma manera. De hecho, el sector en el que más se requiere actualmente la labor de este tipo de expertos, de los científicos de datos y todos los perfiles que derivan de esta ciencia, es el de las Finanzas y Seguros. Dato recogido por un estudio de IBM.
¿Hay más razones para formarse en Big Data aparte de la alta demanda?
Cierto es que la empleabilidad siempre es un factor crucial para decantar la formación académica por determinados caminos. No obstante, el caso del Big Data es peculiar porque su interés va más allá de la cantidad de empresas que buscan profesionales especializados. Es una tecnología que mira al futuro y que se adapta a cualquier cambio constantemente.
Quienes se especializan en esta materia no solo aprenden a estudiar y analizar datos, también aprenden a estar en una constante evolución, a moldear su capacidad de aprendizaje para seguir aprendiendo conceptos sin parar. Eso, combinado además con la posibilidad de acceder a cualquier sector profesional, hace de esta una carrera bastante interesante.
Es un campo que se está volviendo extremadamente necesario para las empresas actuales. Ya en los años 30 se veían problemas para almacenar datos a causa del aumento de la población, las investigaciones o conceptos tan cotidianos como la Seguridad Social. Con las nuevas tecnologías se han ido encontrando soluciones para esto, pero también han surgido más necesidades derivadas de su propio uso.
Un experto en Big Data puede abordar el problema de la información y solucionarlo, y no solo eso, también puede ayudar a la empresa a entender mejor a su público, controlar mejor la información que posee y mejorar su rendimiento. La ciencia de datos ayuda a perfilar y perfeccionar productos y servicios, pero también a aumentar la eficiencia de procesos internos en una compañía.
Así, un profesional en este campo garantiza una serie de aptitudes y conocimiento que le permiten adaptarse a cualquier terreno y, sobre todo, ofrecer una enorme propuesta de valor a las compañías que apuesten por él. Es algo que no limita, sino que amplía las posibilidades de cualquiera a nivel profesional y que, además, siempre lo mantiene al pie del cañón a la hora de estar al tanto de nuevos avances o mejoras en materia digital.
De cara a los próximos años, se prevé que la demanda siga creciendo a un ritmo incluso mayor de lo que lo ha hecho hasta ahora. La llegada del teletrabajo, que poco a poco se está estandarizando en más frentes, obliga a trabajar con todavía más cantidades de datos incluso en las compañías de menor calibre.
Todo esto desemboca en una mayor necesidad de expertos que sepan controlar toda esa información para el beneficio del negocio. Sea como fuere, especializarse en esta materia además de ayudar a tener una visión más clara del paradigma digital actual y de todo aquel que esté por venir, también garantiza el acceso al empleo con unas condiciones profesionales bastante adecuadas.
Sin ir más lejos, durante el pasado año, el sueldo medio de los especialistas en big data se situaba entre los 30.000 y los 50.000 euros anuales, en función de si son perfiles de analista o de gerentes de datos y análisis. Buenas condiciones, buena proyección, buen futuro y mejor visión del contexto social y tecnológico contemporáneo. Eso es lo que ofrece una buena formación en Big Data.