El bienestar de los mayores, así como la óptima atención de sus necesidades, tienen en estos centros la respuesta fundamental a muchos aspectos a los que los allegados no pueden llegar por condicionantes de todo tipo
Uno de los principales instintos que mueven al ser humano es la búsqueda de la felicidad, y al respecto hay toda una literatura y filosofía que han intentado dar solución a esa inquietud universal. Sin duda, uno de los puntos fundamentales al respecto es no solamente la propia, sino el hacer sentir lo mejor posible a nuestros seres queridos. Podría resumirse en un “que no es falte de nada”. Es la motivación de muchos padres para con sus hijos, pero también el tiempo acaba por darle una vuelta y pedir nuevas fórmulas a la motivación de esos padres para con sus propios padres. En ese sentido, las residencias de ancianos en Madrid ofrecen una serie de servicios, comodidades y ventajas que llegan para satisfacer unas necesidades que en muchos casos ya no pueden ser resueltas solamente en el ámbito del hogar propio.
Para hablar de residencias de ancianos es fundamental romper clichés pretéritos sobre el tema para referirse a ellas como una implementación de la ayuda, una oferta fundamental que escapa en muchos casos de las posibilidades de cuidado de una sola persona y como una suerte de ‘retiro dorado’ hecho desde el cariño, la atención profesionalizada y personalizada. Las personas necesitan respuestas flexibles, innovadoras y adaptadas a situaciones diferentes. Hablamos de unidades residenciales, apartamentos tutelados o unidades de estancias diurnas. Se trata de darle a los mayores, y a sus allegados, exactamente el servicio que mejor se adapta a sus necesidades, o que mejor cubre las limitaciones o impedimentos de éstos últimos, como por ejemplo a la hora de compaginarlos con la actividad profesional. La motivación es en todo momento hacer sentir al residente como en su propia casa, y es por ello también que los profesionales se encargan de diseñar no solamente un espacio sanitario, sino también de confort para poder llamarle hogar.
Por otra parte, y en una línea muy semejante está el concepto de los centros de día, encargados de congeniar la permanencia en el hogar o domicilio familiar con las estadías diurnas y las necesidades sanitarias de cada uno durante las mismas. Los centros de día en Madrid ofrecen transporte adaptado con vehículos propios, equipos multidisciplinares con profesionales altamente cualificados y un servicio completo que gira alrededor de tres ejes fundamentales: la supervisión de medicación, nutrición adecuada y un plan de actividades terapéuticas para favorecer la calidad de vida y el desarrollo físico.