Tanto los estudios médicos como una sociedad mucho más formada, informada y acostumbrada demuestran que los productos derivados del cannabidiol son una de las empresas más pujantes del país
¿Son las sociedades un reflejo de sus leyes o es el comportamiento de las mismas la que hace que ineludiblemente sus códigos puedan ser moldeados y adaptados a los nuevos tiempos? la historia de la humanidad parece hablar de que el progreso acaba por derribar los muros más férreos de la mal llamada moral o convicciones probadamente erradas. Lo hizo con los derechos laborales, las sufragistas o el matrimonio igualitario. Una lucha más contemporánea pero que aflora con fuerza desde hace años en el debate público es el de la legalización de sustancias perversamente tratadas por el credo popular más tradicional. Es el caso del cannabis o la marihuana y sus derivados.
En esta web es posible entrar directamente en un debate que en la calle parece tener más terreno adelantado que en los juzgados, al menos de momento. Si uno echa un ojo a los negocios emergentes y más pujantes en España se encuentra que las tiendas con productos derivados del CBD (Cannabidiol) están entre ellos, con un volumen de negocio presencial y online que en muchos casos desborda la capacidad de oferta. Si en ese campo hace tiempo que se derribaron tabús y leyendas negras, con un altísimo flujo de información médica y contrastada, la marihuana tiene un referente y un camino marcado en ese sentido. También en el de jurisprudencia, muy propia del derecho anglosajón, que se remite a ejemplos ya sentenciados sobre el mismo campo. Ahora mismo, la mayor parte de los Estados Unidos, Canadá, México, Sudáfrica o Países Bajos evidencian que las virtudes y bonanzas de su legalización resultan incontestables.
Son años de numerosos estudios clínicos y médicos los que avalan el uso terapéutico del cannabis, siempre por supuesto bajo la prescripción de un profesional de la medicina. Y en los países o regiones en donde se permite su consumo con este fin, los datos corroboran una tendencia positiva en diversos tratamientos o dolencias en los que el uso del cannabis se muestra efectivo.
Tanto en lo que al cannabis como a la marihuana respecta, y con datos médicos en la mano (especialmente después del trauma físico y psíquico del COVID), a la hora de enumerar los beneficios que en el más sencillo de los análisis salta a la vista pasa por: controlar un consumo dirigido a adultos, proteger a los consumidores con productos certificados y testados con los más altos estándares de calidad y más ingresos estatales retirados de las manos del mercado ilegal.
Algunos países como Canadá, por ejemplo, han dejado claro que el mercado legal del cannabis CBD es una potenciación real de la economía. Y es que resulta difícil encontrarle el pero o la cuestión negativa a productos cien por cien naturales, con propiedades terapéuticas y calmantes, tranquilizantes y sin efectos secundarios. Y es que a veces la rueda solamente necesita un empujón, como el que está dando la sociedad, para empezar a girar.