Posiblemente al no contar con grandes conocimientos acerca de los robots crea que son similares, sin embargo en realidad, pese a que realizan tareas semejantes, ciertamente son dos cosas muy distintas.
Cada cual cuenta con sus pro y contras en el terreno del otro, realmente interesantes de conocer, y en especial si se encuentra con la intención de obtener alguno.
Brazo Robótico: ¿Qué es y cómo funciona?
Básicamente es un brazo robotizado programable capaz de llevar a cabo diversas labores similares a las humanas pero con mayor velocidad y precisión. Cuenta con la particularidad de ser mucho más minucioso y detallista, y repetir un mismo movimiento miles de veces sin experimentar agotamiento.
Cabe destacar que pueden operar como un mecanismo aislado o pertenecer a un sistema mecanizado mucho más amplio y complejo. Por lo general, son empleados en grandes industrias para mecanizar y optimizar los múltiples procesos de fabricación, agronomía, militar, sellado, línea de ensamblaje y tareas de soldadura entre muchas más.
Una de las principales ventajas que ofrece, es que aumenta considerablemente el desempeño y rentabilidad de la fabricación gracias a la automatización, y al mismo tiempo mejora ampliamente la calidad del producto. Además ayuda a reducir la tasa de bajas laborales causadas por lesiones.
En lo que respecta a las desventajas, al margen de contar con costos elevados, tanto en la compra como en el mantenimiento, el sector en donde opere debe encontrarse rigurosamente controlados, y evitar el aglomeramiento de operadores, dado que al estar más cerca de lo indicado podria ocasionar incidentes. Si bien no es algo frecuente, no cuentan con las mismas medidas de seguridad que un robot colaborativo.
Robot colaborativo: ¿Qué es?
También conocido como cobot, el robot colaborativo es diseñado y programado para realizar tareas múltiples con la colaboración de un operador humano. Ambos cuentan con su propio papel en la tarea a desarrollar en conjunto, es decir, el operador por su lado provee la destreza, el ingenio, y la capacidad de reacción o adaptabilidad, en tanto que el cobot aporta la potencia, y gran precisión.
En lo que concierne a los pros y contras de estos fascinantes “compañeros”, el MIT, es decir el Instituto Tecnológico de Massachusetts logró demostrar que las actividades llevadas a cabo en cooperación entre humano y cobot resultaron ser un 85% más eficientes.
En comparación con los robots industriales, su gran versatilidad posibilita que puedan adoptar prácticamente la forma que sea necesaria para desempeñar las tareas a desarrollar, desde un brazo mecánico programado para la soldadura, hasta uno que se dedique solo a atornillar.
Al ser rentables y asequibles, su gran popularidad no solo se debe a la productividad, ventajas comparativas y flexibilidad que aporta, sino también por sus costos reducidos y el retorno del mismo, es decir, estadísticas revelaron que el reintegro de inversión en un negocio rentable y bien aplicado podría recuperarse en menos de un año.
Principales diferencias entre un brazo robótico y un cobot
Una de las desigualdades más notorias entre ambos mecanismos es la manera en que cada uno logra desempeñar sus funciones. Prácticamente es un asalto entre la versatilidad y la distinción.
Pese a que el brazo robótico logra ejecutar labores diferentes y más pesadas, el brazo colaborativo es diseñado para proporcionar mayor versatilidad, y como bien se sabe, desarrollar un ámbito más seguro para el operador que opera junto a él.